Puebla y el Covid-19, el orden del caos
Puebla es tan solo un ejemplo de muchos que hay en el país de "la receta perfecta para el desastre". De cómo la omisión de las autoridades, la falta de información y la incredulidad se juntaron para provocar que hoy haya 10 casos de Coronavirus que en las próximas horas crecerán de forma exponencial, en cuanto Salud confirme por su cuenta los nuevos contagios.
El 99% de los casos, hasta ahora, son de personas que viajaron a destinos de riesgo. Uno proveniente de Italia, 7 que visitaron cuatro capitales de Europa y uno de Estados Unidos. El décimo es uno de sus contactos que ha dado positivo.
Este 17 de marzo se reveló además que un grupo de poderosos empresarios que viajaron a Vail, en Estados Unidos, también dieron positivo a la prueba, al menos serían cuatro personas que, con muchos otros mexicanos, fueron a esquiar casi como acostumbran cada año.
Primero, ninguno de todos ellos: ni los jóvenes estudiantes ni los prominentes empresarios, el estudiado capacitador de la Volkswagen ni siquiera el director de un renombrado hospital se pusieron en cuarentena inmediata, por regresar de un país con un gran número de contagios a uno que en esos momentos rozaba unos 50 casos a lo mucho.
También es cierto que en el aeropuerto no pasaron por filtro alguno y no se les pidió, como en otros países, firmar una responsiva de que se aislarían los 14 días obligatorios. Ahora no sé por qué no lo hicieron por voluntad propia, tal vez es algo de esa incredulidad que reina en todos los sectores de la sociedad sobre la gravedad de esta enfermedad.
El capacitador de la Volkswagen, según narraron los directivos en una entrevista, fue aislado y puesto en cuarentena porque en una plática casual compartió que había visitado a su familia en Italia y que varios de ellos ya habían dado positivo al Coronavirus. Antes de eso había capacitado a 40 personas. Por tratarse de un "portador asintomático", con menos probabilidades de contagio, solo transmitió el virus a una coordinadora.
Los siete jóvenes que viajaron a Europa también difundieron en sus redes sociales que no se enfrentaron a algún filtro a su llegada al Aeropuerto de la Ciudad de México, a pesar de volar desde Madrid, España, el segundo país con más contagios. Siguieron su vida normal, no se aislaron hasta que dos días después uno de ellos, quien ya venía con síntomas, dio positivo a la prueba.
El director del Hospital narró su historia de forma pública en sus redes sociales, dijo que se había aislado desde el jueves de la semana pasada cuando sintió el cuerpo cortado y un poco de fiebre. Antes de eso no reveló cuántos días hizo su vida normal, tal vez estoy juzgando mal y desde el primer día se encerró en su casa.
Ahora, ese doctor regresó de Vail, junto con otros prominentes empresarios mexicanos, quienes a pesar del antecedente visitaron gimnasios, el Parque España, Sport City y el Club La Vista, asistieron a una fiesta con una gran cantidad de personas y fueron a diversos centros de entretenimiento.
Como su poder adquisitivo se los permite, todos ellos se hicieron pruebas privadas y se atendieron con sus médicos y en hospitales privados también, jamás pensaron que tuvieran que informar al sector Salud y ayer que se les pidió su lista de contactos, aún titubearon en entregarla, una larga lista de nombres y apellidos.
Tanto el gobierno Federal como el estatal no han dejado de recalcar la importancia de la lista de contactos, porque su seguimiento es el que permite detener la propagación del virus. Pues parece que en este momento ha sido ya demasiado tarde, porque este grupo que viene de Vail lleva más de una semana en Puebla haciendo vida social.
Y aún hasta este 17 de marzo se resistía a entregar la lista y pedía oportunidad para solicitarle a estos contactos permiso para revelar sus nombres.
Esto provocó que la noche de ayer, el gobernador Miguel Barbosa Huerta se reuniera con los directivos de los hospitales privados en Puebla, a quienes ha señalado de ocultar información que ha puesto en riesgo ya a los poblanos. A partir de esta reunión estarán obligados a informar de inmediato de cualquier sospecha de contagio.
Luego de que se difundieran los nombres de los contagiados y los lugares que visitaron, a los que ellos mismos notificaron como un ejercicio de responsabilidad, cerraron sus puertas el Parque España, el Sport City y el Club La Vista, y esto ha desatado un nuevo caos. Todos los que estuvieron ahí esos días, los saludaron o los vieron de lejos reclaman ya una prueba de Covid-19.
Acusan al gobierno de negarse a realizarlas, desconocen incluso que en esta crisis las pruebas solo se realizan a quienes vengan de un país de riesgo, o sean contacto de alguno de los infectados y que además presenten síntomas.
Puebla ha comenzado a alarmarse, tal vez demasiado tarde.