La palabra “histórica” con la que ha sido calificada la marcha de estudiantes que inundó las calles de Puebla este 5 de marzo no alcanza para describir la magnitud del movimiento.
Decenas de miles de estudiantes salieron por su propio pie y llenos de convicción a marchar en las calles de Puebla para pedir seguridad.
Los mismos estudiantes dijeron que eran más de 150 mil, pudieron haber sido 10 mil solamente, ya no era importante, porque lo que realmente caracterizó esta marcha no fue el número de asistentes sino los sentimientos que provocó.
Sí, nunca habían salido tantos ciudadanos a marchar, pero tampoco se había visto tanto apoyo social, en las calles.
Los trabajadores y dueños de comercios salieron a las calles para ver pasar a los estudiantes y honestamente les aplaudieron en señal de apoyo.
Otros salieron con botellas de agua de sus casas o jarras o un garrafón para repartir entre los marchantes.
Apresurados unos más armaron en ese momento pancartas de apoyo, “Marcho con mis hijos para no tener que marchar por ellos”.
Una señora detuvo su camino cuando vio a los estudiantes bajar por la Avenida Reforma, se detuvo y subió su puño en alto en señal de apoyo.
Esta fue una marcha que nadie pudo ignorar, que medio Puebla se topó en su camino, en las calles o en las redes, sacudió al estado, al país, y solo con el paso de los días sabremos las consecuencias.
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— Viridiana Lozano (@Viriloz) March 5, 2020
