Los alcaldes de Morena están prestos para la reelección en 2021. Todos han levantado la mano para aparecer otra vez en la boleta electoral con el argumento de que son los que más conocimiento tienen, y en tiempos de coronavirus haber andado ese tramo es preponderante.
Tan alto es su conocimiento como sus negativos. ¿Qué venden los alcaldes de Morena? Lo único que pondrían vender es “la continuidad de un gobierno impecable”, y ninguno de ellos lo tiene.
Ya no es como la campaña de 2018, no pueden aludir a las corruptelas del actual gobierno, porque ellos gobiernan; tampoco a la resolución de la inseguridad, por es su culpa; menos a la corrupción, porque sería la de sus propios gobiernos.
La fórmula de la continuidad la usó Tony Gali para asumir la mini gubernatura después de Rafael Moreno Valle, con el eslogan “para seguir transformando a Puebla” aludía, claro, a las obras faraónicas que realizó el exmandatario estatal. Se la creyeron.
Pero ¿a qué pueden aludir hoy los ediles de Morena? Que, además, también hay que remarcarlo, estuvieron encerrados seis meses, como muchos de nosotros, con miedo a infectarse de coronavirus.
Entonces, como el discurso de “que siga el buen gobierno” no es aceptable, muchos parece que dirán que tres años no son suficientes para la Cuarta Transformación, que apenas han colocado los cimientos de un cambio que solo podrá concretarse si se les concede otro periodo como alcaldes. Una idea sumamente difícil de vender.
Su Talón de Aquiles, además de la inexperiencia y la corrupción, ha sido la inseguridad. Y ni siquiera de los grandes capos. La última semana abundan los reportes de robo de auto partes en San Andrés Cholula, regresaron los asaltos al transporte público en la capital, cuentahabientes y los huachicoleros siguen operando, por ejemplo, en San Martín.
También los persigue la corrupción. En Tehuacán, Felipe Patjane está tras las rejas por el mal manejo de los recursos públicos; la secretaria de Obra de Claudia Rivera, fue destituida por aceptar moches; la alcaldesa de San Andrés, Karina Pérez aceptó que su esposo es el dueño de la empresa a la que contrató por más de 42 millones de pesos para las cámaras de vigilancia. En fin.
Me muero por ver los slogans de la campaña de reelección, qué gran idea tendrán los mercadólogos para vender a los alcaldes inexpertos y corruptos.
