Tal vez les parezca menor la vinculación a proceso de Jesús Giles por un delito “tan chafa” como “uso de documento falso”, pero a muchos panistas les ha costado conciliar el sueño desde entonces, con la incertidumbre de que serán los siguientes.
Apenas ha pasado un año desde que Miguel Barbosa tomó el poder al frente del gobierno de Puebla y ya tiene una larga lista de morenovallistas a los que ha desactivado por completo.
Empezando por el operador electoral estrella del exgobernador de Puebla, Eukid Castañón, a quien se le detuvo por un “tema personal” y ahora se le suma “lavado de dinero”. Junto con él quedaron desactivados los 64 integrantes de su estructura maya, quienes no quieren ni recibir ya llamadas del partido por temor a ser los siguientes detenidos.
Hay que sumar también a los 29 notarios investigados por haber sido beneficiados con una patente por Rafael Moreno Valle. Once se rindieron y ya entregaron todo, también con la promesa de no meterse en el proceso electoral, entre ellos Sergio Salomón, Patricia Leal y Roberto Moya.
Ahora viene la siguiente lista inaugurada por Jesús Giles, la de los 26 que fueron beneficiados con títulos académicos falsos. Entre ellos está Roberto Ruiz Esparza, David Rosas Armijo y Francisco Rodríguez Álvarez.
Antes oía decir a los morenovallistas que las acusaciones que el gobernador Barbosa gozaba anunciar en ruedas de prensa y con las que recibía reflectores nacionales eran solo mediáticos.
“¡Qué pasó con los notarios! ¡Qué pasó con los acusados de la falsificación de títulos!”, decían porque pensaban que nadie sería detenido.
Hoy ven que no es así, que es real, y aún faltan más temas. Las adopciones que se investigan hechas desde el DIF, por ejemplo, y la corrupción en la construcción de los puentes atirantados.
A mí más bien me parece que Barbosa las está dosificando para disfrutarlas a lo largo de todo su gobierno.
