25 de Abril del 2024

“La Belém” y los pendientes de la red de “El Negro” en el Mercado La Aococta

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Desde hace unas semanas el mercado La Acocota ha tenido una transformación.

Muchos grupos de la delincuencia organizada en Puebla confluyeron por ahí.

Del sitio ya no solo se distinguía por tener las mejores cocinas económicas de Puebla.

Y varios narcomenudistas entraron al sitio.

A pesar de la intervención del gobierno de Puebla, sigue el temor de algunos locatarios.

Porque por mucho que se haya perseguido y detenido a sujetos como Marco Antonio, alias “El Bombón” o “El Negro” y a José Christian, alias “El Grillo”, existen todavía personas que siguen controlándolo.

Para muestra está una mujer conocida como “La Belém”.

“La Belém” es una de las mujeres que mantiene el control y el cobro de piso a algunos de los locatarios.

Esta mujer se ha escabullido en los últimos operativos, casualmente, quizá por ser protegida de Marco Antonio, “El Bombón”.

A este reportero le entregaron imágenes de esta mujer y de la Marisquería “El Tío” en donde laboraba.

Precisamente, el gobernador Miguel Barbosa Huerta en su rueda de prensa diaria comentó sobre la marisquería en la que laboraba esta mujer.

Y señaló que el sitio era el epicentro de los negocios sucios en el mercado “La Acocota”.

Y en efecto. Los familiares de la red de “El Negro” o “El Bombón” manejaban este negocio en La Acocota.

Fue uno de los sitios clausurados que se retiraron del crimen organizado y se entregaron a la administración del mercado, para que vuelvan a florecer los negocios honestos.

Sin embargo “La Belém” y sus sobrinos, quienes se encuentran perfectamente identificados, siguen rondando la zona y pidiendo el cobro de piso. Ellos se mueven en un automóvil VW Bora, de color blanco, que ronda el mercado con la amenaza de que la violencia al sitio vuelva.

Los locatarios no solamente temen que sigan con el cobro de piso, mismo que termina reportándose a “El Negro” o “El Bombón” dentro del penal de San Miguel, porque, recordemos, siguen dos de sus brazos fuertes fuera de prisión. Su esposa Alicia y su chofer, Carlos.

Y mientras tanto, el problema parecería resuelto. Pero los locatarios de La Acocota, los de bien, los que chambean a diario en condiciones legales pero sumidos en el miedo, ahora temen que el mercado regrese a manos del señor Julián Díaz Minor, de quien ya habían escapado solo para caer en otras manos.

Parece que el gobierno de Puebla, en efecto, está haciendo bien su trabajo desde la SSP, desmantelando la compleja red delictiva de narcomenudismo que prosperó en años pasado, pero hay cabos sueltos.

Y deben de evitar que los locatarios no vuelvan a ser víctimas de cobro de piso, de narcomenudistas y del miedo.

A menos que gente como “La Belém”, Alicia, Carlos y otros que andan sueltos cuenten con protección, ¿verdad?

¿O qué fue lo que pactó “El Negro” para entregar tanta información?

Como dijera el clásico: “Es pregunta...”. 

Puebla GOb

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