Si usted no ha visto la serie Euphoria (HBO, 2019) se está perdiendo un buen retrato del uso de drogas en la actualidad.
Si es padre de familia se va a ir de espaldas al desconocer por todo lo que pueden pasar sus hijos ahora.
Los muchachos sobreviven entre la invasión y monetización de sus vidas, gracias a las redes sociales, los problemas típicos de bullying, la hipersexualización, la pornografía infantil y hasta el catfishing.
Pero, uno de los capítulos de esta serie presenta la droga de moda en los Estados Unidos: el fentanilo.
Una gota del opiáceo hace volar a la protagonista, Rue, una adolescente que se hizo adicta a los fármacos tras soportar la muerte de su padre, víctima de cáncer.
Bueno, pero no estoy aquí para darles una reseña de la serie –que puede verse vía streaming por HBO–; esto nos sirve para ejemplificar lo poderoso del químico, lo adictivo y lo inmerso que ya se encuentra en el mercado norteamericano.
El problema es que ya lleva unos años en el país, utilizándose como potencializador de otras drogas.
Ya desde 2019, la DEA tenía identificado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como el principal introductor de fentanilo en el país, y Puebla se encontraba entre las 13 rutas para introducir este fármaco.
Ver: Puebla, una de las 13 rutas del CJNG y el Cártel Sinaloa para el tráfico del fentanilo
Ayer, la FGR confirmó que, además, Puebla se encuentra identificada como una de las entidades a la que se intentaba enviar un cargamento de químicos precursores para la fabricación del fentanilo.
Varios botes de químicos precursores para generar el opiáceo sintético llegaron a Ensenada, Baja California, ayer, y tenían como destino Puebla y Guadalajara, en México y Anchorange, en los Estados Unidos.
Casualmente, tanto Guadalajara como Puebla son dos los puntos donde ya se encuentra más que identificado el Cártel Jalisco Nueva Generación. Una ciudad es su cuna y la otra, aunque lo nieguen, es uno de sus puntos de expansión que ha resultado tener mayor movilidad por sus conexione con Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo, Guerrero, Ciudad de México y Estado de México.
Ayer, la Fiscalía General de la República confirmó que la empresa que embarcó estos químicos tiene sede en Hong Kong, China, y había utilizado la ruta de Yukohama, en Japón, a Ensenada, en Baja California, México.
El anuncio de este decomiso fue dado a conocer en una rueda conjunta el día de ayer entre la FGR y la Marina Armada de México.
Durante la operación fueron asegurados 16 botes de aproximadamente 28 kilogramos cada uno, con acetaminophen, la sustancia activa empleada para la elaboración de drogas sintéticas, como fentanilo y MDMA.
Así que, si la ruta del fentanilo nos lleva a Puebla y el CJNG es su principal distribuidor, ¿seguiremos negando la presencia de células poderosas de este grupo en el estado?
Esperemos que no.
