Ignacio Salvador, el presidente prófugo de Ajalpan, está prácticamente contra las cuerdas.
Tras los cateos a varios de sus negocios y propiedades en Tehuacán y la población de Coxolico, junta auxiliar de Ajalpan, se detuvo a una de sus hijas, Nayeli, quien era la encargada de llevar la administración de este inmueble.
Desde su refugio en una zona de Veracruz, el sábado 15 de agosto Nacho Salvador dio la orden de quemar vivos a los agentes ministeriales.
La ira del alcalde ligado al crimen organizado en esta zona de la Sierra Negra fue tanta tras la detención de su hija y el cateo de sus propiedades, que lanzó esa orden temeraria.
Irónicamente, la misma antena de telefonía celular que el propio Nacho Salvador gestionó para que se colocara en Coxolico, y la cual provocó que hubiera recepción del servicio telefónico, fue la misma que sirvió para que los miembros de la Agencia Estatal de Investigación solicitaran apoyo a sus compañeros vía telefónica, cuando se encontraban a punto de ser linchados por la población.
La Guardia Nacional encabezó un operativo de extracción con casi 400 elementos casi de las distintas corporaciones, quienes derribaron las barricadas de los vecinos de Coxolico para sacar a los ministeriales retenidos y evitar que fueran linchados por los seguidores de Nacho Salvador.
Créalo o no. Nacho Salvador es visto así en la población de Coxolico, como “un salvador”, como alguien que “es perseguido por el gobierno por apoyar a los pobres”.
Como ocurre con los muchos capos que se enriquecen a espaldas de los pobres y los necesitados en las regiones rurales.
Nacho Salvador se encuentra perfectamente ubicado en una zona de Veracruz y existe ya colaboración con las autoridades del estado vecino para su aseguramiento.
Es cosa de tiempo.
Ahora que fue asegurada Nayeli, falta poco para que aseguren al resto de sus hijos: Angie, María Luciana e Ignacio, quien es el presidente suplente y también se encuentra prófugo desde que asumió el cargo.
Es indispensable que Ignacio Salvador caiga y, finalmente, delate a la red de alcaldes que se han hecho del monopolio de la inseguridad en toda la Sierra Negra.
Ese monopolio de la inseguridad que, así como pasó en la capital de Puebla en algún momento, funcionó para contener y asegurar distritos electorales completos en cada temporada de elecciones.
Al igual, es cosa de tiempo.
¿Actuará el gobierno contra todos ellos o los ingresará a sus activos en la operación electoral del 2021?
También con el tiempo lo descubriremos.
