16 de Abril del 2024

"Los Sinaloa", ligados a los asesinos del universitario Christopher Ramírez en Xochimehuacán 

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Una pantalla plana, unas bocinas, un par de celulares y la cuenta de ese día.

Por eso le quitaron la vida al universitario Christopher Ramírez, en Xochimehucán.

Los asaltantes de la taquería “La Michoacana”, propiedad de la familia del estudiante de Estomatología de la BUAP, se encontraban enervados.

Se encontraban en evidente estado de intoxicación por alguna droga que los envalentonó para amenazar a las personas que se encontraban en la taquería localizado en las calles Francisco I. Madero, esquina con Privada Santa Bárbara, en San Pablo Xochimehuacan.

La mayoría de ellos se quedaron en el baño.

Christopher enfrentó a los cuatro hombres que se encontraban sumamente violentos.

Uno de ellos portaba un palo con una punta, improvisada con un destornillador afilado.

Una pantalla plana, unas bocinas, un par de celulares y la cuenta de ese día, eso fue lo que permitió Christopher que se llevaran.

Pero uno de los cuatro hombres le disparó en el pecho, y escaparon.

El cuerpo de Christopher quedó tendido a mitad de la taquería.

El botín fue intercambiado en una narcotiendita de “Los Sinaloa”.

Lo poco que el arrebataron al joven estudiante que en su tiempo libre apoyaba a su familia en su taquería, seguro no valió ni 5 mil pesos en piedra y otras drogas.

Los robos en la zona han aumentado de la mano del incremento del narcomenudeo y la presencia de esta banda “Los Sinaloa”

Los asaltantes son malillas o, como los conocen en el argot de la mafia local, a aquellos sujetos que viven al día. Que pueden asaltar y hasta matar con tal de conseguir un poco de dinero para pagarse su vicio.

La palabra se popularizó después de que Lupillo Rivera lanzó su tema “Los Malillas”, en el año 2000. En ese entonces, ser un malilla sonaba más glamuroso gracias al narco corrido

La letra dice más o menos así: 

 

Dicen que somos malillas

Porque sacamos la merca

Venimos de Sinaloa

Nomas brincamos la cerca

Ya aqui nos alivianamos

Tirando el polvo y la hierba

 

Un malilla terminó siendo el eslabón más patético del ecosistema criminógeno.

Son parásitos que solamente procuran conseguir objetos en robos, atracar microbuses, asaltar a incautos.

Pobre de aquél que se tope con ellos por las calles de Puebla.

Pueden cargar puntas, cuchillos, navajas, armas y quizá hasta alguna pistola de juguete.

Su finalidad simplemente es sacar un objeto, un celular, alguna joya o aparato el cual pueda empeñar, o directamente intercambiar con los narcomenudistas por droga.

Por un poco de droga que le permita vivir unos días más en la comodidad de su adicción.

El término “malilla” terminó dibujando a estos guiñapos de ser humano a quienes no les importó matar a un universitario como Christopher Ramírez.

Los asaltantes de la taquería, adictos todos, acudieron a una narcotiendita del norte de Puebla, en San Pablo Xochimehuacán.

Donde "Los Sinaloa” siguen siendo la ley.

No basta con las detenciones que ha realizado la Secretaría de Seguridad Pública. Sí, ya sabemos que ya van más de mil en el periodo que lleva Raciel López Salazar en la dependencia.

Ahora es urgente saber cuántas y dónde están las narcotienditas de este grupo. Ahí donde terminó el dinero, la pantalla plana, los dos celulares y el dinero en efectivo por el que le quitaron la vida a Christopher.

Mientras siga habiendo droga en las calles, mientras siga habiendo mercado para los productos robados, mientras sigan controlando las calles “Los Sinaloa”, seguirán las muertes de ciudadanos trabajadores e inocentes en Puebla.

Puebla GOb

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