28 de Marzo del 2024

La privacidad de una menor de edad: El Caso Michel

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Con tantos temas en el tintero es increíble que a estas alturas, y con tanta información que existe por todos lados sobre los derechos de niñas, niños y adolescentes, tengamos que explicar por qué está mal atentar contra la imagen de una adolescente.

Si usted vive atormentado por el covid-19, quiere estar informado y checa constantemente noticias de Puebla, seguro se topó un tema que brincó en plena pandemia.

Los últimos tres meses, los medios locales (y nacionales) no hemos tenido otros temas más que la pandemia.

Y con el regreso a “La Nueva Normalidad”, seguramente verá en general más casos que salen y que ocupan violentamente la agenda mediática.

Nos pasó a nivel internacional, como el caso de la muerte de George Floyd y el movimiento #BlackLivesMatter, y en la esfera nacional con la división de puntos de vista que provocó la manifestación motorizada contra López Obrador.

En Puebla, el caso que nos regresó a nuestra realidad fue el de Michel Ivonne, la adolescente de 17 años que fue encontrada en un registro del drenaje cerca de la antigua estación troncal de Agua Santa, en la capital poblana.

El caso fue tan indignante que, desde que dio a conocer la noticia el miércoles pasado, hubo una reprobación absoluta ante la violencia que sufrió la joven.

Volvimos a ver de cara el hecho de que nuestras niñas y niños son sumamente endebles en el contexto de hiperviolencia que vivimos.

Como sabemos, ya hay un detenido, un muchacho identificado como Enrique Javier, quien salió en alguna ocasión con Michel y quien ella misma identificaba como “un vato bien loco”.

Enrique Javier ya está en prisión, ayer se le calificó de legal su detención por el delito de desaparición de persona. Y Michel se encuentra inconsciente, en una cama de hospital. Hasta donde conocemos los detalles de su salud, sigue delicada, tiene problemas con una vértebra que pudo haber sido dañada o por una golpiza brutal o por la caída cuando la tiraron a ese pozo de drenaje en Agua Santa. Tenía un coágulo en el cerebro que ya desapareció, afortunadamente.

Pero su estado sigue delicado. Su familia se dividió entre Fiscalía y el Poder Judicial.

Vaya, Michel no ha podido señalar a su atacante porque está inconsciente, pero los presentado por Fiscalía señalan principalmente a Enrique Javier.

Y ahí es a donde voy. No solamente Michel fue víctima de violación y una brutal goliza. No solamente fue maniatada y tirada a un drenaje.

No solamente está inconsciente y no puede ella misma pedir justicia.

Encima de todo, intentaron atacar su imagen en redes sociales.

La imagen de una jovencita de 17 años.

El viernes 29 de mayo, poco después de las diez de la mañana, se generó un grupo de Whatsapp con más de 120 participantes.

En la lista había comunicadores en su mayoría, reporteros, ex reporteros y hasta jefes de prensa. La lista estaba un poco desactualizada porque incluso muchos ya no laboran activamente en medios de comunicación.

“Estimados amigos de medios de comunicación, hemos formado este medio de Whatsapp para brindarles información oficial del caso de Enrique Javier N.”, dijo la administradora del grupo quien primero dijo ser hermana, luego tía del presunto responsable y, finalmente, dijo ser su representante, Liliana Hernández.

A la par que se generó este chat se creó la cuenta de Twitter @InformaPue en la que comenzaron a compartirse datos e imágenes de Enrique Javier señalando que era un estudiante modelo y galardonado, lo mismo que había mencionado una noche antes la mamá del muchacho en su cuenta de Facebook.

Este mismo comentario se compartió en tres párrafos que mandaron en una suerte de malogrado boletín de prensa, pésimamente redactado.

Obviamente, los integrantes del chat preguntaron por quién había entregado la información de los números de contacto de más de 120 personas, datos sumamente privados y por la condición de seguridad de los reporteros en algunos casos hasta delicados.

Nunca explicaron esto, pero prometieron entrevistas con los padres del muchacho, entrevistas que hasta el momento no he visto si se han publicado o no.

Mientras tanto, la cuenta de Twitter soltó una imagen delicada. Una joven aparecía con el pecho levemente descubierto. Se alcanza a ver su sujetador y ella abriendo la boca, el rostro aparece solamente de la nariz hacia abajo.

La cuenta, infame totalmente, señalaba que esa jovencita era Michel y la señalaba como si señalara un asesinato que “entregaba el pack”.

Vaya, como si eso fuera suficiente para justificar que Michel fuera atacada. En Twitter estallaron contra esta cuenta y en el Whatsapp contra la administradora. El domingo 31 de mayo, Liliana Hernández, la adminsitradora del grupo, lo abandonó.

Obviamente, la familia de Enrique Javier fue pésimamente asesorada en el tema mediático.

Si el muchacho es el responsable de un crimen serán el Poder Judicial de Puebla quien lo defina. En nada le abona a su situación legal el que una joven se haya o no expuesto en redes sociales. Y menos si se trata de una menor de edad.

El creador de la cuenta en Twitter ya es investigado y la Policía Cibernética analiza ya el caso.

Puebla GOb

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