23 de Abril del 2024

A una firma del carpetazo del linchamiento en Los Ángeles Tetela

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Es un hecho que la Fiscalía General del Estado tiene al enemigo en casa.

Y no voy a hablar de los más recientes errores en las detenciones de la Agencia Estatal de Investigación, que por lo menos fueron cuatro en línea.

Hasta parecía que los ministeriales le estaban tendiendo la camita al titular, Gerardo Mejía Granados, para que el fiscal Gilberto Higuera Bernal se comenzara a preguntar por qué lo había puesto en ese cargo.

No. No voy a hablar de esos errores, pero una publicación aparte se merece, porque el tema lo vale.

En este caso me voy a referir al área de Homicidios. En específico del agente José Guadalupe Aguilera.

A este agente se le asignó nada más y nada menos que el caso de los dos jóvenes que fueron asesinados el 5 de mayo por un grupo de personas, en la junta auxiliar de Los Ángeles Tetela, en la capital de Puebla.

Las investigaciones iban avanzadas. Tenían incluso identificadas a seis personas que habían participado en los hechos.

Y hasta el hartazgo se confirmó que había un grupo de huachicoleros detrás del caso.

Sabían bien que, del grupo de aproximadamente 30 vecinos de la zona, seis fueron agentes activos al momento en que los muchachos, ambos de nombre Alejandro, fueron golpeados y después quemados dentro de un automóvil Volkswagen Polo.

Es más, el gobernador Miguel Barbosa Huerta, en su ya clásica rueda de prensa virtual con los medios de comunicación, presumió que es caso estaba avanzado.

A una semana de los hechos incluso corrió la versión de que ya había órdenes de aprehensión en contra de las personas que habían participado en el linchamiento.

Pero algo pasó...

Entre la agenda por la pandemia de covid-19 en Puebla, la Ley de la Educación, los internos de los penales de San Miguel y Huejotzingo infectados, los ventiladores de segunda mano del Ayuntamiento de Puebla y un sin fin de notas que se apoderaron de la agenda mediática, el caso se olvidó un poco.

La semana pasada, la familia de Alejandro Israel, el joven de 21 años y estudiante de la Universidad de Oriente, uno de los dos linchados la mañana del 5 de mayo pasado, fue llamada a la Fiscalía de Puebla.

La familia de Alejandro Israel pensó lo mejor. Quizá ya les darían noticias de la detención de las personas que se encontraban detrás del linchamiento.

Pero no, no fue así.

Cuando los atendió José Guadalupe Aguilera, agente del área de Homicidios, a la familia se les puso un documento enfrente y se les exigió firmarlo.

¿Para qué era? No sabemos, pero a la familia de Alejandro Israel solamente le dijeron que era una firmita para el tema del reconocimiento del cadáver.

Los familiares de Alejandro Israel se miraron entre ellos y se cuestionaron sin decir palabra. Ellos ya habían firmado los documentos cuando recogieron el cuerpo, ya lo habían identificado, es más ya hasta lo habían velado y enterrado.

¿A estas alturas para qué les exigían una firma sobre el reconocimiento del cadáver?

¿Para qué era el documento? Quién sabe, pues el funcionario simplemente se molestó porque no firmaron.

Ahora la familia de Alejandro Israel teme que le den carpetazo a linchamiento de este muchacho de 21 años y su amigo, a quien acompañó a buscar a la madre de su hijo.

¿Pues no que iban muy avanzados en la investigación?

Hoy se cumplen 22 días del caso y no hay avance alguno.

Ojalá el fiscal Higuera revise bien qué pasa en el área de Homicidios, pero parece que urgen una apretada de tuercas a varias de las oficinas de su Fiscalía.

Puebla GOb

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