A pesar del covid-19, la ciudad de Puebla se exhibió como una de las más despreocupadas del país.
En las juntas auxiliares de la ciudad se vivió como si nada pasara.
Las fiestas en San Francisco Totimehuacán siguieron hasta que los mató el alcohol adulterado, comprado ante la ausencia de la cerveza.
Los torneos de fútbol en las Unidades Habitacionales siguen y son multitudinarios.
Parques y jardines permanecen abarrotados. En este fin de semana que pasó fue posible verlo.
Las ventas en algunas calles, las más complicadas del Centro Histórico, continúan.
El mercado del 5 de Mayo en Puebla se volvió un eje del contagio. En parte por ser un centro de abasto esencial y en parte por el valemadrismo y la falta de cuidado de nuestras autoridades de Gobernación Municipal.
Los casos de varios locatarios que se contagiaron y otros más que murieron (hay quienes hablan hasta de 5 muertes entre los vendedores más conocidos) son un secreto a voces.
Pero los establecimientos del sitio, entre las carnicerías, las verduras y los puestos de mercado, siguen abriendo. Normal y sin restricción.
Y mientras tanto, el resto del Centro Histórico, el formal, el que también vale, el que general alrededor de diez mil empleos y que permita que coman 40 mil familias, está cerrado.
La disparidad con la que se ha dado atención a la pandemia en el Centro Histórico de Puebla, y en la capital en general, a ya dos meses de contingencia, ha sido clara.
Las propuestas de arcos sanitarios han sido criticadas por unos, los lavaderos públicos tampoco parecen ser una opción que convenza a las autoridades y, sin embargo, las entregas de 10 mil pesos a fondo prometidos por los mandos municipales simplemente no han sido ni tomados en cuenta por los empresarios.
¿De qué le serviría un fondo de 10 mil pesos a un empresario formal que necesita en promedio producir 2 mil 500 pesos diarios para sostener un local básico en esta zona de Puebla?
Ni para los servicios básicos. El programa anunciado por el Ayuntamiento de Puebla suena a un fracaso anunciado. Hasta la fecha no ha sido colocado ni uno solo de estos fondos prometidos porque, en general, a los empresarios les resulta una mala broma.
Simplemente, ante la urgencia de regresar a la “nueva normalidad”, no hay una estrategia clara en las autoridades locales. Y eso también desanima a los poblanos.
¿Sobrevivirá el comercio –formal– en el Centro Histórico de Puebla a la pandemia?
EXTRA
Sin tantos aspavientos, al estilo “mátalos callando” la Secretaría de Seguridad Ciudadana en Puebla están dando sorpresas.
Ayer informaron sobre la detención de dos sujetos en la colonia Real de Campestre quienes llevaban armas.
Ver: Por llevar armas de fuego dos hombres son detenidos por la Policía Municipal de Puebla
Uno de esos sujetos es nada más y nada menos que Fernando N., alias “El Cholo”.
A sus 26 años, “El Cholo” es uno de los miembros activos de la banda de “Los Sinaloas”.
Y, ojo aquí, fue entregado a la Fiscalía General de la República por la posesión de armas, pero detrás de él hay historial largo y complicado.
Si las autoridades locales se ponen las pilas podrán documentar por qué “El Cholo” tenía en su celular tantas fotos de personas descuartizadas.
Así que es mejor que se pongan las pilas desde la Fiscalía General del Estado para que no se les pele, si es que la libra con las autoridades federales.
Podrían, de entrada, investigar qué tuvo que ver con las personas descuartizadas encontradas al inicio de este 2020 en Xochimehuacan.
Ahí se los dejamos de tarea.
