Tragedias

Ataques con ácido son violencia de género: 80% de las víctimas son mujeres

- Foto: The Huffingtonpost

A raíz del ataque con ácido que sufrió Helena, una joven de 23 años en CDMX, hablamos con el director de una de las ONG más importantes en el mundo en este tema

Por The Huffingtonpost

/

En esta entrega un experto internacional explica por qué los ataques con ácido son un crimen de género, los significados de la agresión y las medidas que deben seguir los gobierno para prevenir estos delitos.

El ataque con ácido a Helena Saldaña Aguilar, una joven universitaria de 23 años en la Ciudad de México, prende una alerta que permanecía apagada bajo la vigilancia de las autoridades mexicanas. En noviembre de 2018, una mujer desconocida, contratada por el agresor, llegó hasta las puertas de la casa de Helena en la alcaldía Iztacalco y —sin explicación de por medio— le arrojó medio litro de ácido. Eso bastó para desfigurarle el rostro, perforarle el ojo derecho y dejarle cicatrices de por vida desde el cuello hasta las piernas.

Su caso no es el único, pero la mayoría de estas agresiones permanecen ocultas a las autoridades y medios de comunicación. Ante la falta de datos y expertos en México que expliquen este delito y sus alcances, HuffPost México entrevistó a Jaf Shah, director ejecutivo de Acid Survivors Trust International (ASTI), una de las organizaciones civiles más importantes que buscan frenar estos ataques en el mundo.

Desde Londres, el activista explica por qué debe preocuparnos en México el aumento de este delito y qué hacer para prevenirlo.

***

HuffPost: Empecemos por el pasado para entender este crimen, ¿desde cuándo existen registros de ataques con ácido y cómo ocurrieron?

Jef Shah: La historia de ataques con ácido es muy larga. Podemos decir, con datos duros en la mano, que los primeros ataques de los que tenemos registros sucedieron en Europa. De hecho, eran bastante comunes en Gran Bretaña en los años 1700, cuando el ácido sulfúrico era un insumo básico en la Revolución Industrial para tratar metales y algodón.

El ácido se convirtió en un producto fácil de obtener y pronto fue descubierto como un arma para desfigurar a las víctimas. Uno de los primeros atacantes en ser detenido y sentenciado por este crimen fue un hombre joven de Escocia, quien echó ácido en el rostro de un compañero de trabajo. Su castigo fue la pena de muerte en 1832.

Por aquellos años, los ataques fueron reportados en varias partes de Europa y América. La relación entre la industrialización de una región y los ataques con ácido se encuentra en países de África, África del Sur, el Sureste de Asia, Medio Oriente y algunos países de América Latina y el Caribe.

¿Por qué alguien cometería un delito tan atroz como este? ¿Cuál es el mensaje que quiere mandar el victimario?

El principal objetivo de un ataque con ácido es provocar un enorme dolor y el desfiguramiento. Por eso, el rostro siempre es el blanco principal. El perpetrador lo hace para mostrar poder y dominio. Es una forma de mantenerse presente para siempre en la vida de su víctima. El "castigo" incluye que cada vez que ella se vea en el espejo, recordará a su victimario.

Retrao de Ruqayya Parveen, una mujer de 26 años, atacada con ácido en

ASTI calcula que el 80% de las víctimas son de sexo y género femenino, ¿por qué es un tipo de violencia que afecta desproporcionadamente a mujeres adultas y jóvenes?

Los ataques con ácido son, en definitiva, violencia de género. El ataque mayoritario sobre mujeres y niñas es el reflejo de una sociedad machista y que tolera la violencia hacia ellas en todos los estratos sociales.

Esa sociedad machista pone un gran presión a las mujeres para que se ajusten a los conceptos de belleza que se esperan de ellas, por lo que al desfigurarlas el victimario intenta llevar a las mujeres a un aislamiento social extremo y limitar su potencial.

Por ejemplo, te puedo contar que en Colombia conocí a un cirujano especialista en este tema y me contó que las víctimas femeninas usualmente son atacadas en la cara, pero pocos hombres que ha tratado tienen en común que son atacados en el torso.

¿Hay algún grupo social que está en un riesgo mayor de ser víctima de estos ataques?

El perfil de la víctima puede variar, pero hemos encontrado que la víctima suele ser pobre, joven y mujer. Desafortunadamente, también es muy común que muchos ataques en zonas rurales no sean denunciados y que la mujer o niña sea económicamente y socialmente dependiente de su familia y de su comunidad, que suele tener nexos con el victimario. Eso hace muy improbable que el crimen sea conocido por autoridades y por los medios de comunicación.

A eso hay que agregarle los altos índices de corrupción en algunas naciones, lo cual impide que se investigue a los responsables, especialmente en zonas rurales.

***

¿Qué tan femenino es el rostro de este delito invisible en el conteo oficial de crímenes en México? Un recuento en el mundo, elaborado por ASTI, da cuenta de este crimen de odio.

En India se registraron unos 300 ataques con ácido solo en 2016. La mayoría de las víctimas fueron mujeres y niñas violentadas en un espacio público, principalmente en caminos y escuelas. El 76% de los atacantes eran hombres que conocían a sus víctimas.

En Colombia hay cerca de 100 registros de ataques cada año. Ante esas cifras, legisladores aprobaron una ley para controlar la venta de ácido al público y penas en prisión que van desde 12 años hasta 50 años, si la víctima fue desfigurada permanentemente. De nuevo: cerca de 80% de los blancos fueron mujeres.

En Pakistán, los típicos agresores suelen ser esposos o parejas. La mayoría de los casos están relacionados con sospechas de infidelidad de las esposas o actos que ellas hicieron que dañaron el "honor" de los hombres y sus familias, como intentar estudiar o trabajar.

En Bangladesh hubo hasta 400 casos en 2002. El 70% de las víctimas son mujeres y niñas, principalmente atacadas en sus casas. El 100% de los atacantes ese año fueron varones.

En Haití y República Dominicana tienen un nombre estremecedor para la sustancia corrosiva que se usa para desfigurar: "el ácido del Diablo". Siete de cada diez víctimas son mujeres jóvenes.

La mayoría vivirá entre 30 y 50 años más, desfiguradas y con intensos dolores, marginadas de sus comunidades.

***

Cuando ocurre el ataque, ¿a qué tipo de lesiones se va a enfrentar típicamente una víctima y cuánto tiempo le tardará sanar?

El tipo y severidad de las heridas estará relacionado con qué tan largo será el proceso de recuperación. Por ejemplo, una alta concentración de ácido no solo quemará la piel, sino que puede llevar a serias discapacidades, como la ceguera. Es común que las sobrevivientes tengan que pasar más de 50 procedimientos quirúrgicos en unos pocos años solo para estabilizarse

Además, está el daño psicológico que experimentan las sobrevivientes: estrés postraumático, ansiedad, depresión. Su recuperación dependerá de muchos factores como la severidad de sus heridas, su acceso a servicios médicos de alta calidad, una fuerte red de apoyo de familias y amigos. Tristemente, la mayoría de las sobrevivientes no tiene accesos a servicios médicos de primer nivel o, si los tiene, no puede pagarlos.

¿Qué tipo de ácido es el más usado en estos ataques?

El victimario usa diferentes tipos de fluidos corrosivos, pero principalmente ácido sulfúrico, nítrico o clorhídrico. El tipo de "arma" varía según lo que esté más disponible en el momento y en la región.

En muchos países, la gente no sabría cómo reaccionar ante un ataque con ácido, ¿qué hacer si estamos cerca de alguien que podría ser víctima de este delito?

Los primeros auxilios son críticos para una víctima. Esos primeros minutos son claves para reducir al máximo las heridas físicas y psicológicas en la sobreviviente. Lo más efectivo es "inundar" el área afectada con agua limpia para dispersar los químicos y detener la quemadura.

Hay que empapar con agua y seguir, al menos, por 20 minutos. Y asegurarse que no haya residuos de químicos, por ejemplo, en la ropa de la víctima. Hay que secar dando palmadas, no tallando; si es necesario, hay que cortar la ropa con tijeras, nunca intentar quitarla como normalmente alguien se remueve una prenda para bañarse.

Después de eso, llevar a la persona a Urgencias intentando que la piel dañada entre en menor contacto posible con otras telas u objetos.

Naila Farhat, sobreviviente de un ataque de ácido a los 22 años, es maquillada para salir a la

Esta es una pregunta que usualmente salta cuando aparece un crimen como este: ¿qué castigo merece una persona que ataca con ácido a otra?

Los años en prisión deben ser calculados caso por caso, pero la sentencia tiene que tener en cuenta dos cosas: la severidad de las heridas cometidas y la historia criminal de esa persona.

En México, no hay cifras oficiales sobre este delito, pero una búsqueda de casos en medios de comunicación da la impresión de que cada vez ocurre con más frecuencia de la que pensamos. ¿Debería el gobierno mexicano estar preocupado por esta incipiente ola de ataques con ácido en el país?

Claramente, un ataque ya es demasiado, pero es importante notar que las cifras en México aún son muy pequeñas comparadas con otras formas de violencia como los ataques con armas de fuego o armas blancas. Sin embargo, nunca es tarde para regular la venta de fluidos peligrosos que causen serios daños en las personas.

Hay obvias razones morales para prevenir este tipo de crímenes, pero también hay argumentos económicos. Hace años, ASTI encargó un estudio de impacto financiero para entender los costos que tenían estos ataques en la sociedad británica. Un cálculo muy conservador estimó que el costo de casa ataque (costos legales, médicos, sociales) es de, al menos, 65 mil euros (1.4 millones de pesos mexicanos) para los gobiernos.

Nosotros calculamos que, al menos, hay 10 mil víctimas a nivel global, es decir, el costo global de estos ataques asciende a 650 millones de euros (14 mil 155 millones de pesos mexicanos). Es urgente que se inviertan recursos para prevenir este sufrimiento, es algo que, además, tiene sentido a mediano y largo plazo para las finanzas de un gobierno.

Hablemos de esa regulación a fluidos corrosivos que hoy están a la venta al público y sin restricciones en México: ¿qué tipo de legislación debería tener un país para prevenir más ataques con ácido?

ASTI ha ayudado a cambiar leyes donde estos ataques se volvieron algo común. Por ejemplo, en Pakistán, Camboya, Bangladesh y, más recientemente, Colombia y el gobierno británico. Algunas de las recomendaciones clave son:

- que las víctimas tengan garantizado el acceso a servicios médicos gratuitos y una compensación económica por parte del gobierno;

- que policías y paramédicos tengan el entrenamiento correcto para hacer frente a estas emergencias en los primeros instantes después del ataque;

- que la venta de ácidos u otros fluidos corrosivos y peligrosos (particularmente los de alta concentración) sean controlados mediante un sistema que revise el permiso de compra con una identificación oficial;

- que haya una edad mínima para comprar, por ejemplo, 18 años.

The Huffingtonpost

COMENTARIOS