Un niño de seis años recibió el castigo de un criminal luego de que decidió cortarle el cuello con un vidrio frente a su madre por ser de una religión diferente.
El menor identificado como Zakaria Al-Jaber, él y su madre visitaban el santuario del profeta Muhammad. Poco antes de que entraran en la zona sagrada, la mujer y el pequeño fueron abordados por un grupo de hombres que les preguntaron si eran musulmanes chiítas, a lo que la mujer respondió que sí.
Los musulmanes radicales acusaron al niño de ser de la rama “incorrecta” del Islam y le cortaron la cabeza con un trozo de vidrio.