Tragedias

#ArchivoNegro: Ajustes de cuentas entre pandillas y aparatosos accidentes automovilísticos llamaron la atención de los poblanos en junio del 2001

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Dos dramáticos incidentes vehiculares ocasionaron la muerte de tres personas, pues la imprudencia de dos mujeres hizo que perdieran la vida cuando fueron arrolladas y descuartizadas por un automovilista que conducía a exceso de velocidad y bajo los influjos de bebidas embriagantes. El percance sucedió en el kilómetro 10 de la carretera federal a Tlaxcala

Por Eloy Rodríguez Linares/@linares_eloy

/ Ciudad de Puebla

En junio del 2001, la muerte de Alberto González de la Rosa por una venganza de pandillas en Barranca Honda, perteneciente a la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán, llamó la atención de los medios de comunicación. Un día después del incidente, en la carretera federal a Tlaxcala, ocurrió dos aparatosos accidentes automovilísticos que cobraron la vida de tres personas y cinco resultaron con lesiones de gravedad.

El 9 de junio, el periódico El Sol de Puebla informó que una persona perdió la vida luego de recibir un impacto de arma de fuego. El hombre, identificado como Alberto González de la Rosa,  intentaba escapar de unos sujetos que habían herido con una navaja a su acompañante. De acuerdo a las declaraciones de las autoridades, el enfrentamiento ocurrió por un ajuste de cuentas entre pandillas de la zona.

Por otro lado, la madrugada de ese mismo sábado 9 de junio, dos dramáticos accidentes ocasionaron la muerte de tres personas. La imprudencia de dos mujeres hizo que perdieran la vida al ser arrolladas y descuartizadas por un automovilista que conducía a exceso de velocidad y bajo los influjos del alcohol. El percance sucedió en el kilómetro 10 de la carretera federal a Tlaxcala, en Barranca Honda.

VENGANZA ENTRE PANDILLAS

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Un ajuste de cuentas entre pandillas dejó como saldo una persona muerta y una herida de gravedad. El enfrentamiento ocurrió en Barranca Honda, perteneciente a la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán.

Alberto González de la Rosa, perdió la vida a los 23 años a causa de una bala que ingresó por su espalda, a la altura de su corazón. Alberto trataba de huir de las agresiones de seis pandilleros. Asimismo, Edgar Javier Cisneros, de 29 años, fue herido de gravedad por un arma punzo cortante en el área de los riñones.

Ambas personas fueron trasladadas al hospital de Traumatología y Ortopedia del Seguro Social, en donde horas más tarde falleció Alberto.

De acuerdo, a las declaraciones de la Policía Judicial, el enfrentamiento ocurrió por un ajuste de cuentas entre la banda de los “Magivers” y los “Ricolinos”, pues Alberto González y Edgar Javier Cisneros en días anteriores atacaron a un joven de nombre Faustino Ramos Sánchez. En venganza, familiares y amigos agredieron a estos dos sujetos.

Magdalena Martínez Meza, esposa de Alberto González, señaló que su marido trabajaba como chofer y que la noche del accidente  salió de su casa para entregar el camión a su patrón. Un par de horas después, unos vecinos le avisaron que habían baleado a su conyugue y se encontraba herido de gravedad en un hospital.

TRÁGICO ACCDENTE

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Un accidente automovilístico cobró la vida de un hombre y cinco personas más resultaron con lesiones de gravedad cuando cayeron a un barranco. Minutos después, la imprudencia de dos mujeres ocasionó otro incidente en donde fueron arrolladas y cercenadas por un automovilista que conducía a exceso de velocidad y en estado de ebriedad. Los trágicos percances sucedieron en el kilómetro 10 de la carretera federal a Tlaxcala, en Barranca Honda.

Un joven que conducía bajo los influjos de bebidas embriagantes y con exceso de velocidad, falleció cuando perdió el control de su vehículo y cayó al fondo de una barranca, en el auto viajaban otras cinco personas que elementos del cuerpo de bomberos rescataron, y por la gravedad de sus lesiones los trasladaron al Hospital Universitario, en donde recibieron atención médica.

Asimismo, un automovilista que conducía a exceso de velocidad arrolló y descuartizó a dos mujeres que se acercaron de manera imprudente a observar el trabajo de los peritos y del equipo de recate. Los cuerpos fueron identificados por sus esposos, quienes también se encontraban en la zona del incidente.

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