El pasado viernes 5 de julio, familiares, amigos y conocidos le dieron el último adiós a Uriel N., alías “El Chicles”, el niño de 13 años de edad que trabajaba como cobrador de una ruta del transporte público y murió al caer de la unidad.
“El Chicles”, como era conocido debido a que dese pequeño comenzó a trabajar vendiendo dulces para apoyar a su familia, fue despedido con un recorrido que partió de su casa hasta llegar a la Iglesia del Divino Salvador y posteriormente fue sepultado en el panteón municipal de Tepeaca, municipio de donde era originario.
El accidente ocurrió la tarde del pasado miércoles 3 de julio cuando Uriel iba parado en los escalones del microbús número 7040 de la línea Beca sobre la carretera federal Puebla-Tehuacán.
A la altura del kilómetro 48+00, perteneciente al municipio de Cuapiaxtla de Madero, el conductor realizó una maniobra que desestabilizó a “El Chicles” y este cayó a la carpeta asfáltica.
La unidad se detuvo metros adelante y cuando paramédicos llegaron al lugar para revisar al menor, informaron que ya no contaba con signos vitales.
El conductor de la unidad, quien viajaba a exceso de velocidad y con las puertas abiertas, se dio a la fuga.