Huachicol

Comprar gasolina robada está dañando al medio ambiente

- Foto: Cuartoscuro

José Víctor Tamariz, docente en el posgrado de Ciencias Ambientales de la BUAP, narra las afectaciones ambientales del huachicoleo

Por HuffPost México

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Además de las pérdidas millonarias a costa del erario público, el huachicoleo genera potentes daños en el aire y en los suelos, que pueden tardar hasta 25 años en recuperarse de manera natural a costa de un alto precio para el medio ambiente del país.

En una entrevista realizada en 2017 por la Agencia Informativa Conacyt, el doctor José Víctor Tamariz Flores, docente en el posgrado de Ciencias Ambientales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, aseguró que el suelo contaminado con hidrocarburos es un riesgo para la salud de las personas que viven cerca e impide la adecuada cosecha de alimentos básicos en la dieta del mexicano, así como la capacidad del subsuelo de retener agua y nutrientes.

Sanear una hectárea que ha sufrido el derrame de crudo, u otros combustibles, cuesta alrededor de 175 mil pesos, lo que puede reducir de 25 a 5 años el tiempo de espera para limpiar del subsuelo. Sin embargo, es un precio muy alto para millones de campesinos, por lo que muchas veces no se hace ese rescate.

Un derrame de crudo es una consecuencia común de la ordeña de los ductos de Pemex, es decir, la perforación de las tuberías que llevan el combustible para que los grupos huachicoleros puedan robar y revender crudo, gasolina, gas y otros insumos.

El derrame de combustible, dijo el doctor Tamiz, produce una combustión de los hidrocarburos al aire libre y provoca un incremento en los gases de efecto invernadero, que contribuyen al aumento en la temperatura del planeta.

Se daña el espacio del suelo donde se realizan reacciones que son importantes para el ecosistema en general. Dañan esa parte física porque revisten estas partículas de hidrocarburo que impiden su actividad normal, aseguró.

La contaminación por derrame también afecta los recursos hídricos, ya que pueden llegar a ríos y lagunas naturales e, incluso, mantos acuíferos si el derrame no se controla, como ya se ha visto en lugares donde los huachicoleros hacen una piscina para el combustible, provocando mayor filtración al subsuelo, problema que se agrava con las condiciones naturales como lluvias.

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