En 2018 casi se desapareció el delito de robo de combustible a ductos de Pemex en la famosa zona del Triángulo Rojo, pues solo se detectaron 34 tomas clandestinas en los siete municipios huachicoleros, cuando el año pasado sumaron 579 y en 2016, eran 824. Esto según datos de la plataforma Gobierno Fácil.
El Triángulo Rojo conformado por Palmar de Bravo, Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Acajete, Esperanza y Tecamachalco se apagó, pero una nueva cuna del huachicol nació ahora en el centro del estado, en la llamada zona metropolitana, en donde se concentran hoy el 50% del robo de hidrocarburo en el estado.
Los municipios de la zona metropolitana, Texmelucan, Tlalancaleca, Tlahuapan, Puebla, Coronango, Huejotzingo, San Salvador el Verde, Cuautlancingo y Amozoc, reportaron en 2018 un total de Mil 798 tomas clandestinas, cuando el año pasado tuvieron 733 y en 2016 apenas tuvieron 292 tomas.
De acuerdo con los datos de Gobierno Fácil, en la Sierra Norte del estado de Puebla el robo se ha mantenido y su incremento más notorio fue de 2016 a 2018 cando las tomas se dispararon más de un 100%. Los municipios de Ahuazotepec, Huauchinango, Xicotepec, Jalpan y Venustiano Carranza, presentaron este 2018 un total de 199 tomas, el año pasado tuvieron 119 y hace dos años, 72 tomas clandestinas.
Este 11 de febrero, CENTRAL publicó el caso específico de Puebla capital, en donde las tomas clandestinas en solo un año se dispararon más de 200%.
Además, en la administración de Tony Gali como gobernador, que duró solo 22 meses, se conjuntaron el mismo número de tomas clandestinas que en todo el sexenio de Rafael Moreno Valle.
Del Triángulo Rojo a la Sierra Norte
A mediados del año 2017, el gobierno de Puebla junto con Petróleos Mexicanos planteó como alternativa al robo de hidrocarburo el cierre de los ductos que pasaban por los municipios correspondientes al Triángulo Rojo.
A partir de entonces, los huachicoleros comenzaron a migrar a la Sierra Norte de Puebla, la cual fue altamente lucrativa por las conexiones carreteras con estados como Veracruz e Hidalgo.
Municipios como Ahuazotepec, Huauchinango, Xicotepec y Venustiano Carranza comenzaron a entrar en los rankings de tomas clandestinas detectadas por la paraestatal y el Grupo de Coordinación Puebla que concentraba al Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública.
Mientras tanto, aquellos huachicoleros que se quedaron en la antigua demarcación conocida como El Triángulo Rojo iniciaron una extensión a otros delitos como el robo de vehículos, robo de vehículos de carga, secuestro y robo de trenes.
Llegaron para quedarse a la zona metropolitana
Con el cierre de los ductos en el Triángulo Rojo, los huachicoleros también llegaron a la zona metropolitana de Puebla y se consolidaron en municipios como Cuautlancingo y San Martín Texmelucan. Además exploraron otra extensión más hacia Tlaxcala.
La zona metropolitana de Puebla tuvo en las juntas auxiliares de San Jerónimo Caleras, San Miguel Espejo y Santa María Xonacatepec el mayor número de reportes por trasiego de combustible durante 2018.
Además, la zona colindante de Chachapa, en Amozoc se convirtió en tierra de nadie por los constantes enfrentamientos de bandas como la de “Los Cuijes” que controló e incluso sometió a policías municipales.
Bandas como la de “El Mamer” comenzaron a operar desde Esperanza y se extendieron a municipios como Huejotzingo y San Martín Texmelucan. Actualmente en la zona de la autopista México-Puebla operan bandas de huachicoleros en áreas correspondientes a Texmelucan, Huejotzingo y Puebla Capital.
