En noviembre de 2018 Lourdes “N” desapareció, su familia la buscó en hospitales, en forenses, en clínicas y no la encontraron.
Lourdes tenía 33 años cuando despareció, faltaban pocos días para que fuera su cumpleaños cuando su familia dio a conocer que no la hallaban. A su casa en la calle Fuego, colonia Jardines del Pedregal nunca regresó.
Así comenzó una búsqueda exhaustiva que se prolongó por 11 meses. El registro de su desaparición quedó bajo el número de expediente AYO/4501/2018.
Fue hasta ayer que un vigilante ambiental descubrió en uno de sus recorridos diarios una serie de restos abandonados en un paraje de la carretera federal que lleva a Cuernavaca.
De inmediato dio aviso a las autoridades de la SSC y la PGJ de la Ciudad de México quienes se trasladaron hasta el sitio.
En el lugar había restos óseos de dos personas, el reporte de las autoridades detalla que se trataba de los cráneos y algunos huesos humanos.
Junto con ellos había ropa, un par de zapatos, una bolsa, algunos documentos y la credencial de elector de Lourdes. La misma que llevaba el día que desapareció. También estaba un recibo a su nombre.
Las autoridades confirmaron que se trataba de dos personas, hasta el momento de la otra persona no se tiene ningún dato en concreto.
Datos indican que la zona en donde fue hallada es utilizada frecuentemente por delincuentes para abandonar cuerpos, y cometer delitos.