Melina Montserrat tenía 30 años, estaba embarazada, era su tercer hijo, estaba esperando una nena, Milagros Montserrat.
En febrero, en los límites de la alcaldía de Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl,Estado de México fue baleada durante un robo, un hombre se subió a asaltar el camióndonde iba con su madre.
¡Ya chingaron a su madre, es un asalto!”, gritó. Melina abrazó a su hija y la acercó a su vientre, al mismo tiempo el delincuente disparó hacia arriba del camión, la bala rebotó, y dio en la cabeza de Melina, el delincuente se asustó y se fue sin robar nada.
Fue llevada a un hospital en el Estado de México, después a uno en la Ciudad, le practicaron una cesárea y nació la bebé, su abuela decidió bautizarla dentro del hospital donde permanecía en una incubadora.“Le puse Milagros porque para mí era un milagro que naciera viva después de lo que había pasado”.
El 12 de marzo la bebé murió, y Melina el 15 de abril. El hombre que la mató continua libre.
Con información de @c4jimenez