Cuatro grupos delictivos mantienen el control de Tehuacán así como de las carreteras y municipios aledaños: se tratan de las bandas de Alben N., alias “El Alvin”; “Las Bigotonas” y Roberto N., “El Bukanas” y Jalil Jacobo N., alias “El Mamer”.
Según información a la que tuvo acceso PÁGINA NEGRA, estas cuatro bandas se han dividido el control de la región de Tehuacán y de la mayoría de los negocios ilícitos.
“El Alvin” controla la distribución de drogas de diseño y cocaína en colonias de clase media mientras que “Las Bigotonas” se dedican a la venta de marihuana y piedra.
En el caso de los grupos como “Los Bukanas” y de “El Mamer” buscan quedarse con las carreteras aledañas a juntas auxiliares y poblaciones de Tehuacán a Cañada Morelos.
A continuación PÁGINA NEGRA presenta los grupos delictivos y sus principales zonas de acción así como los distintos negocios a los que se dedican en la región de Tehuacán.
“El Alvin”
Alben N., o “El Alvin” es uno de los hombres más poderoso del narcomenudeo en Tehuacán quien contaba con un bunker y tenía capacidad de venta en colonias de clase media. Su poder fue tal que exmiembros de su banda incluso intentaron hacerle competencia.
Cuando fue detenido por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y la entonces Procuraduría General de la República a finales de la administración de Rafael Moreno Valle, “El Seth” otro narcomenudista identificado por ser vendedor de Los Zetas y quien controló centros escolares donde vendía drogas pero jamás pudo compararse a “El Alvin” quien hace poco volvió y encontró a sus ex subordinados pulverizados en distintas agrupaciones.
“El Alvin” junto con su familia sigue controlando ciertas zonas como San Rafael, Juan Pablo II, Resurrección, Del Valle, Del Valle Segunda Sección, San Pedro Acoquiaco y El Riego. Prácticamente es el principal distribuidor de cocaína en Tehuacán.
“Las Bigotonas”
Esta banda realmente es una familia que debe su apodo a su abuela, una mujer conocida como “La Bigotona”, una mujer reconocida en los años 70’s por ser una hábil carterista quien tenía bozo en la cara. Con el paso del tiempo sus hijos le aprendieron el oficio y se convirtieron también en carteristas y ladrones de poca monta.
La tercera generación de esta familia pasó del robo al narcomenudeo y ahora son los principales distribuidores de zonas populares. Se trata de una banda compuesta en su mayoría por jóvenes que rondan entre los 20 y 25 años de edad que tiene más de 15 integrantes y todos son familiares aunque su apellido no es reconocido, trascendió que la mayoría son Hernández y solamente se les ubica como “Las Bigotonas”.
Estos muchachos han entrado en una confrontación directa con otras bandas dedicadas al narcomenudeo como la de “El Alvin” y “El Seth”.
“Las Bigotonas” controlan las colonias 16 de Marzo, México Sur, 3 de Mayo, La Purísima, Colonia Centro y Colonia Puebla. Se les relaciona con distintas balaceras ocurridas en la colonia México Sur, Santa María Coapan y el fraccionamiento Santa María.
“El Mamer” y “El Bukanas”
Por años, las carreteras aledañas de Tehuacán y algunos de sus municipios cercanos fueron controladas por Roberto N., el líder de “Los Bukanas” quien hasta la fecha mantiene aún presencia en la zona.
Como PÁGINA NEGRA informó, Roberto N., alias “El Bukanas” llegó a la región como parte de los operadores de una ramificación de “Los Zetas”, la banda “Sangre Nueva Zeta” que opera cooptando algunas de las autoridades.
El tramo Cuacnopalan-Orizaba, así como las zonas de Azumbilla, Chapulco y Miahuatlan se encuentran aún en su área de influencia pero su salida del territorio poblano y su escape a la zona de Acultzingo, Veracruz, provocó que Jalil Jacobo N., alias “El Mamer” se mantenga en Cañada Morelos y comience a buscar los otros territorios.
Al no controlar toda la zona de Tehucán, Jalil Jacobo N. alias “El Mamer” ha buscado municipios del Triángulo Rojo como Acatzingo y ahora cuenta con presencia hasta San Martín Texmelucan.
Tanto “El Mamer” como “El Bukanas” mantienen el control del robo de camiones con carga en las carreteras de Chapulco a Azumbilla y han provocado que las vialidades a Cañada Morelos se vuelvan un infierno a grado tal que alguno autobuses urbanos solo llegan hasta esas zonas hasta las 6 de la tarde.