Propietarios de bares y centros nocturnos denunciaron que el Ayuntamiento de Puebla ha creado una estructura alterna, fuera de nómina, para realizar el cobro de cuotas a cambio de facilitar trámites para su instalación; la red es operada por Fernando Pastor, titular de Normatividad Comercial y Ollín Rivera, quienes aseguran que han permitido bajo este esquema la apertura y operación a favor de varios centros nocturnos.
Se trata de una red perfectamente constituida pues opera con un coordinador y tres supervisores quienes utilizan nombres falsos para no ser detectados, cobran cuotas de alrededor de 30 mil pesos mensuales a los table dance así como 10 mil a 7 mil 500 a bares.
PÁGINA NEGRA recibió desde la semana pasada una serie de denuncias de propietarios de establecimientos. En los testimonios recopilados coinciden montos y nombres de los operadores de Normatividad Comercial e identifican a Ollín Rivera como el cabecilla del grupo.
Este periódico digital solicitó una entrevista con Fernando Pastor para cuestionarlo sobre el tema, pero hasta ahora no hemos tenido una respuesta favorable.
Así opera la red
La información a la que tuvo acceso este portal informativo detalla que existen por lo menos cuatro operadores a través de los cuales Ollín Rivera y Fernando Pastor realizan los manejos de bares y centros nocturnos.
El coordinador de todos es conocido como “Filo”, pero su verdadero nombre es Miguel N., quien a través de Fernando Pastor obtiene el número de los empresarios que buscan abrir lugares o que ya tienen sus establecimientos.
“Filo” envía a cualquiera de sus tres operadores quienes le rinden cuentas. Todos ellos manejan su propia cartera de empresarios a quienes les solicitan los pagos. El primero de ellos es “Bruno” —quien en realidad se llama Jesús N.— quien usualmente se acerca a dueños de giros negros como centros nocturnos y table dance. Además se encuentra “Leonardo” —cuyo verdadero nombres es Carlos N.— y una mujer quien se identifica como “Yazmín” pero que también se cambia el nombre. Las fuentes de PÁGINA NEGRA no entregaron su nombre verdadero. Estos dos últimos solamente consiguen bares y restaurantes bar.
El modus operandi de estos supervisores es llegar a los bares y giros negros sin una orden de visita de por medio y solicitan los documentos y permisos de los establecimientos. En caso de que alguno de los sitios no cuente con los documentos, amenazan con clausuras a menos de que entreguen la cuota mensual. En el caso de los bares o restaurantes bares va de los 7 mil 500 a los 10 mil pesos y a algunos table dance llegan a cobrarles hasta los 30 mil pesos.
El dueño de un table dance en la 31 Poniente, la primera víctima
Entre una de las primeras operaciones realizada por esta mafia se encuentra el cobro de 120 mil pesos por permitir la apertura de un table dance en la avenida 31 Poniente.
De acuerdo a las fuentes de PÁGINA NEGRA dentro del Ayuntamiento de Puebla, a los propietarios de este table dance les permiten operar con una licencia de restaurante bar desde el 22 de noviembre del 2018.
Citaron al dueño en el Starbucks de la avenida Juárez y ahí les dijeron que les cobrarían 120 mil pesos por abrir, con permisos y todo, comentó la fuente que solicitó la gracia del anonimato.
Cobros por “no molestar”
Además, según las versiones entregadas a este portal, existe una lista de bares en la ciudad a los que les permiten mantenerse abiertos hasta las seis de la mañana.
A pesar de que deben cerrar alrededor de las 3 de la madrugada, la lista de bares consentidos de la administración municipal obtiene la gracia de mantenerse abiertos y no ser molestados después de estos horarios a cambio de cuotas mensuales.
De acuerdo a las fuentes de PÁGINA NEGRA, el área alterna a Normatividad Comercial cobra estas cuotas mensuales por un monto entre 7 mil 500 a 10 mil pesos porque se mantengan abiertos los bares. Entre la lista a la que tuvo acceso este portal se encuentra un sitio localizado en la avenida Juárez; otro más en la 16 de Septiembre y uno más ubicado frente a Plaza Cristal. Los nombres de los bares no fueron revelados para evitar problemas a sus propietarios.