Puebla –junto a los estados de Guanajuato, Michoacán, Chihuahua, Jalisco, Guerrero, Sonora, Edomex, Oaxaca y la Ciudad de México– concentra el 69 por ciento del total de las muertes de policías en el país.
Según el reporte más reciente de la organización Causa Común, hasta el día 15 de diciembre hay 415 crímenes en contra de policías en 28 de los estados de todo el país. Pero, solamente en estos diez estados han muerto 288 uniformados.
La información publicada por la organización Causa Común detalla que Guanajuato lidera la lista con 64 casos de policías asesinados, entre ellos los siete agentes que el pasado miércoles por la noche fueron ultimados tras un ataque y plagio ocurrido en la comisaría de Villagrán.
Puebla se mantiene entre las primeros diez estados de policías asesinados; ocupa en el sitio número 7 empatada con la Ciudad de México con 19 uniformados que murieron en cada entidad.
En la lista de entidades con más policías asesinados después de Guanajuato se encuentran Michoacán, con 39 casos; Chihuahua, con 31; Jalisco, con 29; Guerrero, con 25; Sonora y Edomex, con 23 cada uno; Puebla y CDMX, con 19 cada uno; y, por último Oaxaca, con 16 crímenes.
Los casos más recientes de policías ejecutados en Puebla son los del comandante de Tecamachalco, Víctor Hugo Reyes y el policía Jesús Humberto Vázquez Ojeda en la capital de Puebla.
Víctor Hugo Reyes fue asesinado en Tepeca el 4 de diciembre; según la investigación de la Fiscalía General del Estado sobre su homicidio, pudo haberse tratado de una represalia debido a que el comandante frustró el robo de un tráiler e incluso impidió que agentes ministeriales de la región se lo llevaran también.
El 26 de noviembre del 2019 fue asesinado Jesús Humberto Vázquez Ojeda, mejor conocido como “Veneno” elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla quien falleció después de ser herido durante una balacera con miembros del crimen organizado en la colonia Minerales del Sur.