Una manifestación que se salió de control y se tornó violenta en el municipio de Cuerámaro, dejó varios destrozos en la casa de la presidenta municipal, Ana Rosa Bueno, además de severos daños en la vivienda de un presunto agresor que atropelló a cuatro menores de edad el pasado fin de semana.
La gresca ocurrió tras del sepelio de cuatro jovencitas que el pasado domingo fueron embestidas por una camioneta conducida a exceso de velocidad por un menor de edad, en estado de ebriedad.
Cerca de 300 manifestantes llegaron primero a la presidencia municipal de Cuerámaro donde intentaron ingresar por la fuerza para pedir a la funcionaria una justificación sobre la puesta en libertad del agresor.
Al verse impedidos a ingresar optaron por dirigirse al domicilio de la persona que atropelló a las cuatro menores, en la calle 20 de noviembre, para ocasionar destrozos.
Los inconformes caminaron hacia la casa de la alcaldesa, ubicada en la calle Josefa Ortiz de Domínguez, donde también ocasionaron daños e incendiaron una motocicleta.
Los manifestantes fueron dispersados minutos después por la policía estatal y Guardia Nacional.
Varios hombres fueron detenidos y puestos a disposición de autoridades correspondientes.