Desde 1996 hasta la fecha, en el estado de Puebla se han cometido 65 crímenes de odio; sin embargo, ninguno ha recibido justicia porque las autoridades no muestran interés en estos casos y, lamentablemente, en muchas ocasiones la familia de la víctima pide que no se investigue más.

Así lo denunció Onán Vázquez Chávez, presidente del consejo de la asociación No dejarse es Incluirse A.C durante el foro Discriminación, violencia y crímenes de odio contra la población LGBTTTI+ realizado en el salón Miguel Hidalgo del Congreso del Estado la mañana de este lunes.

En estos casos, las víctimas —homosexual, travesti, transgénero, entre otros— fueron localizadas con el rostro desfigurado, estranguladas con alambre, con lesiones por arma de fuego, al fondo de un pozo cubierta con cal, con cuchilladas en la espalda o genitales quemados, por mencionar algunos.

Cuando se trata de un crimen de odio, en su mayoría las víctimas son localizadas al interior de su domicilio; le sigue la vía pública, un terreno baldío y al interior de un hotel o motel.

¿Qué es la homofobia?

La homofobia es aversión a la homosexualidad. Aversión se refiere a sentir rechazo, repugnancia, antipatía, odio, rencor, aborrecimiento o rencor.

La perspectiva de homofobia perduró durante todo el siglo XX y solo comenzó a transformarse a finales de ese siglo y principios del siglo XXI, gracias a discursos de los derechos humanos y de la propia ciudadanía que comenzaron a infiltrarse en algunos medios de comunicación.

Sin embargo, actualmente la discriminación, falta de aceptación y burlas son los principales problemas a los que se sigue enfrentando la comunidad LGBTTTI+.

De acuerdo a datos de la Encuesta sobre discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de Género 2018, el 59.8 por ciento de esta población se ha sentido discriminada por al menos un motivo. El aspecto físico y las expresiones de género son las más comunes.

El 25.2 por ciento de la población encuestada declaró que se le negó injustificadamente al menos un derecho. La oportunidad a trabajar y la entrada a un negocio, son los más comunes.

El 30.8 por ciento ha recibido tratos arbitrarios y discriminatorios por parte de la policía, siendo el más común ser interrogados sin motivo aparente.

Además, un 52 por ciento de la ciudadanía en general coincide que el principal problema al que se enfrentan las personas homosexuales, lesbianas y bisexuales en México es la discriminación.

Todo lo anterior posiciona a México como el segundo país con mayor tasa de discriminación y crímenes de odio contra la comunidad LGBTTTI, tan solo por debajo de Brasil.