Tras el descubrimiento de dos cadáveres descuartizados en tres puntos de Lima, la policía dio con el paradero de seis principales sospechosos. Uno de ellos, el taxista, quien habría colaborado presuntamente como logística de los cuerpos mutilados, fue liberado al confirmarse, después del interrogatorio, que no tuvo complicidad en el caso.
El chofer identificado como
Raúl Bodero Serna habría expresado su
desconocimiento respecto al traslado de los cuerpos. Además, en la misma ronda de preguntas realizadas en la Dirección de Investigación Criminal (
Dirincri), manifestó que no sabía cuál era el
contenido de las bolsas.
El carro en el que se movilizó a los cuerpos era un Nissan blanco. Según las imágenes difundidas, se ve que en ese mismo vehículo, conducido por Raúl Bodero, se suben unas bolsas con los restos humanos para llevarlas del hotel Señor de Sipán del distrito de San Martín de Porres a tres puntos distintos de la capital: el ex terminal de Fiori, a unos metros de Puente Camote, ambos de San Martín de Porres y al Rímac, cerca de la plaza de Acho.
El chofer salió de la dependencia policial durante la madrugada. En el recinto aún siguen detenidos cinco sospechosos más. Las ciudadanas venezolanas Alexander Salazar Álvarez, Ludy del Carmen Vásquez Jaimes y Odaly del Valle Salas. Asimismo, los peruanos Tom Barrientos Montoya y Javier Novoa Rodríguez.
Aún no se conocen las razones por las que se procedió al seccionamiento de los cuerpos. No obstante, los presuntos implicados, entre ellos el dueño del hotel, quien fue multado con S/4,200 por “resistirse a la labor de fiscalización”, según un fiscalizador, seguirán en custodia policial.
