A diferencia de otras mujeres, Norma Mercedes tuvo la fortuna de que, tras ser reportada como desaparecida, sociedad, gobierno y Fiscalía General del Estado se movilizaron para localizarla ya que no sólo corría riesgo ella, también la bebé de ocho meses y medio que venía en camino. Una semana después, la mujer de 27 años de edad apareció por voluntad propia: planeó su desaparición porque su embarazo era falso; se acercaba el día de dar a luz y no sabía cómo decir a su familia que nunca estuvo embarazada y todos estos meses les mintió.
Norma fue reportada como desparecida el 31 de agosto, y el lunes 2 de septiembre sus familiares acudieron a la Fiscalía General del Estado para levantar la denuncia correspondiente. Desde ese día hasta el sábado 7 de septiembre, cuando decidió aparecer para decir la verdad, la dependencia realizó más de 140 actos de investigación.
Días antes, la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco recibió a sus familiares afuera de Palacio Municipal y se comprometió a no escatimar recursos para su búsqueda y a realizar un trabajo coordinado con las autoridades. La ciudadanía también hizo lo suyo: compartió las publicaciones, fotografías y fichas de desaparición de Norma pues, aunque no la conocían, y ante la situación de violencia que se vive en Puebla, era alarmante que una mujer embarazada desapareciera después de tomar un taxi al sur de la ciudad.
Sin embargo, no todas las mujeres que se reportan como desaparecidas son Norma y deciden planear su ausencia. No todas tienen la dicha de contar con familiares que sean escuchados por el fiscal, por las autoridades municipales y de aparecer sanas y salvas sin ser víctimas de algún delito.
De acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado, de 2011 a junio del presente año, en Puebla se reportaron 3 mil 357 mujeres como desaparecidas. Lo alarmante, es que cada año aumenta considerablemente este número. En 2011 sólo se tenía el reporte de 20 personas y, tres años después, la cifra aumentó a 76.
Fue en el 2015 cuando se registró el mayor número de desapariciones de mujeres, con 295 casos. En 2016, la cifra descendió a 206, pero en 2017 despuntó nuevamente a 301 casos.
Para cuando se realizó la manifestación, tanto su familia como la Fiscalía General del Estado ya sabían que Norma había autodesaparecido porque así lo externaron sus padres a las autoridades, quienes desde un principio supusieron que su hija los evadió y huyó, pero no se sabía el por qué ni dónde estaba, situación que les preocupaba, pues la joven podría dar a luz en cualquier momento.
Norma nunca estuvo embarazada pero así lo hizo creer a su familia y a Julio César —quien dijo que era el padre del bebé— gracias a ultrasonidos falsos que obtuvo por 500 pesos.
Para pasar desapercibida, se cortó el cabello, compró una peluca y uso ropa distinta. Durante su ausencia se ocultó en el domicilio de una amiga de su madre, en hoteles y en casa de una sexoservidora en Amozoc.
Después de ver todo lo que estaban haciendo para encontrarla decidió regresar, pero para justificar que no tenía bebé le recomendaron llegar golpeada y con el estómago rasgado. Norma no aceptó y después de una semana de angustia, se apareció en su casa y dijo la verdad.
La Fiscalía General del Estado dijo que la investigación había terminado, y el caso estaba esclarecido.
Sin embargo, hay miles de mujeres esperando ser encontradas.
Al respecto, el gobernador Miguel Barbosa dijo que no habrá sanción alguna para Norma pues no se puede reprochar el hecho de que sus familiares se hayan manifestado para encontrarla sana y salva, además de que la seguridad pública en un derecho.
La alcaldesa de Puebla pidió no criminalizarla: “nunca vamos a poder estar en sus zapatos o saber lo que lo llevó a hacer esto”, declaró.
VER: Gobierno de Puebla rechaza castigo para Norma por fingir su desaparición y embarazo