En abril de 1989, el periódico El Sol de Puebla informó que policías judiciales de la ciudad de Puebla lograron capturar a la mayoría de los integrantes de una banda delictiva que se dedicaba a vender autos robados y documentos oficiales apócrifos.
Un mes después detuvieron a Armando Efrén Aguilar López y su hermano Baudelio, quienes engañaban a los poblanos vendiéndoles dólares falsos a un precio menor del tipo de cambio que ofrecían los bancos.
Estafadores
Policías judiciales de la ciudad de Puebla desarticularon una banda de delincuentes que se dedicaba a falsificar documentos oficiales y a vender autos robados.
El jefe de la banda era Eduardo Villanueva Rodríguez, a quien detuvieron cuando iba a vender un certificado de secundaria en blanco y con sellos originales.
Eduardo Villanueva solía ofrecer los autos robados a las personas que se dedicaban a la venta de automóviles. Uno de los vehículos que la policía recuperó fue un Sedán modelo 81 que el comerciante Carlos Nieto Pozos ofrecía con documentación falsa.
En un operativo las autoridades detuvieron a Eduardo Villanueva Rodríguez, Bernardo Zapada Teutli, Teodoro García Contreras, Carlos Nieto Pozos, Alfonzo Valencia García y Armando González Ortega.
Juan Villalba, integrante de la banda de estafadores, se dio a la fuga.
Dólares hechizos
Armando Efrén Aguilar López y su hermano Baudelio fueron capturados por elementos de la Policía Estatal cuando vendían dólares falsos en la vía pública.
Los estafadores vendían los dólares a un tipo de cambio menor del que ofrecían los bancos.
Las autoridades desde hace meses habían recibido el reporte de personas que habían sido defraudados al comprar dólares falsos en la calle, pues cuando acudían al banco los empleados les comunicaban que los billetes eran apócrifos.
En el momento de su detención, los estafadores portaban la cantidad de 100 dólares falsos en billetes de diferente denominación.
Los delincuentes fueron remitidos al Ministerio Público Federal.