Mario Marín Torres, Kamel Nacif, Adolfo Karam y Juan Sánchez Moreno, entre otros funcionarios, confabularon para aprehender a Lydia Cacho de forma arbitraria y trasladarla a Puebla por carretera por más de 24 horas de forma inhumana, por lo que fue girada una orden de captura en su contra por el delito de tortura, pues cada uno de estos personajes estuvo involucrado en la detención de la periodista en 2005.
El ex gobernador Mario Marín Torres y el empresario textilero Kamel Nacif fueron los autores intelectuales de la arbitraria aprehensión contra Cacho, pues ambos confabularon para darle “un pinche coscorrón a esta vieja cabrona”, así lo mencionaron en el audio difundido en febrero del 2006.
Adolfo Karam, en ese entonces jefe de la Policía Judicial del estado, fue quien ordenó a Juan Sánchez Moreno, entonces director de Mandamientos Judiciales, que fueran por la periodista a Cancún, Quintana Roo.
Juan Sánchez Moreno, en su calidad de director de Mandamientos Judiciales, entregó la orden para que los agentes judiciales Jorge Montaño Quiroz y Jesús Pérez Vargas se trasladaran a Quintana Roo para aprehender a Cacho el 16 de diciembre de 2005.
Ante esto, la magistrada María Elena Suárez Préstamo, del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito en Quintana Roo, ordenó la aprehensión de los responsables de la tortura de Cacho en 2005.
Mario Marín, el góber orquestador
El ex gobernador de Puebla fue señalado como el orquestador de la confabulación contra la periodista Lydia Cacho, pues se aprovechó de su poder para que sus funcionarios participaran en la detención de la periodista en diciembre de 2005.
La grabación con el empresario Kamel Nacif revelada en febrero del 2006 puso en evidencia la complicidad entre ambos personajes, ya que el textilero solicitó al gobernador un ‘favor’ para aprehender a la periodista en Cancún y trasladarla a Puebla.
De acuerdo con Nacif, la detenida lo había difamado en su libro Los Demonios del Edén, por lo que había que ‘castigar’ “a esta vieja cabrona”, como lo dijo Marín en el ‘audioescándalo’.
La periodista fue detenida por supuestos actos de difamación en contra del empresario, por lo que fue trasladada a Puebla; durante el trayecto fue víctima de tortura, así como de agresiones sexuales.
Kamel Nacif dice que lo difamaron y pide el ‘favor’
Kamel Nacif Borge fue el empresario que detonó el escándalo del ‘Góber Precioso’, pues después de que la periodista publicó Los Demonios del Edén, acusó en 2005 a Cacho de difamarlo y relacionarlo con las redes de prostitución infantil, por lo que solicitó ‘ayuda’ a su amigo gobernador.
Ante esto, la magistrada María Elena Suárez Préstamo, del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito en Quintana Roo, ordenó la aprehensión de los responsables de la tortura de Cacho en 2005.
En febrero del 2006 La Jornada desató el escándalo en el que estuvieron involucrados Kamel y Marín, pues sostuvieron una conversación que se volvió clásica con el diálogo entre estos dos personajes:
Mario Marín Torres (MMT): Quiúbole, Kamel.
Kamel Nacif (KN): Mi ‘góber precioso’.
(MMT): Mi héroe, chingao.
(KN): No, tú eres el héroe de esta película, papá.
(MMT): Pues ya ayer le acabé de dar un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad, y quien comete un delito se llama delincuente.
(KN): Y yo para darte las gracias te tengo aquí una botella bellísima de un coñac que no sé adónde te la mando.
(MMT): Pues a Casa Puebla.
Adolfo Karam sólo firmó la detención
Adolfo Karam Beltrán se desempeñaba en ese entonces como jefe de la Policía Judicial del estado y fue quien ordenó al director de Mandamientos Judiciales, Juan Sánchez Moreno, ir por la periodista a Cancún, Quintana Roo.
Sin embargo, en 2006 salió por la ‘puerta de atrás’ del gobierno marinista pues fue destituido del cargo.
Juan Sánchez Moreno acató las órdenes de Karam
Juan Sánchez Moreno, entonces director del hoy desaparecido grupo de Mandamientos Judiciales, mandó a los agentes de la Policía Judicial José Montaño Quiroz y Jesús Pérez Vargas a Quintana Roo por la periodista, pero durante el traslado de aquel estado a Puebla Lydia Cacho fue torturada y agredida sexualmente.
