La espectacular fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015 por medio de un túnel que conectaba al baño de su celda en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “El Altiplano”, fue coordinada por su esposa Emma Coronel y cuatro de sus hijos.
Emma Coronel y sus hijos compraron el terreno vecino al penal por donde salió el exlíder del Cartel de Sinaloa por medio de una motocicleta.
Lo anterior, de acuerdo con el testimonio de Dámaso López, quien fue su mano derecha en el cártel. Durante el juicio que se realiza en una corte de Nueva York “El Licenciado” también mencionó a Ovidio, Alfredo, Iván y Joaquín, hijos del capo.
El periodista del The New York Times, Alan Feuer, dio a conocer detalles del testimonio, a través de su cuenta de Twitter, en donde refirió que Emma Coronel se reunió varias veces con él y cuatro de los hijos de Guzmán Loera para poner todo el plan en marcha.
Este plan incluía desde la compra del terreno cerca del penal, hasta la logística para llevarlo a la sierra de Sinaloa, incluso “pudo haber colado un GPS en reloj, el mismo que guio a los excavadores”, relató el periodista.
El plan: los hijos debían comprar una parcela de tierra cerca de la prisión y un reloj con un localizador GPS que identificaría la ubicación de Chapo. El truco era conseguir el reloj para el Chapo. Damaso nunca dijo lo que sucedió, pero sólo Emma fue mencionada como haberlo visitado en la cárcel, relató el periodista.
En su cuenta de Twitter se pueden leer los pormenores del juicio del capo mexicano:
Chapo trial news:
— Alan Feuer (@alanfeuer) 23 de enero de 2019
Emma Coronel, the kingpin's wife, was neck deep in helping him in escape prison in 2015 thru a tunnel dug into the shower of his cell. She brought messages from him to his allies on how to do it & may have snuck a GPS in watch to him that guided the diggers.
El testigo aseguró que Coronel Aispuro era la encargada de transmitir los mensajes de su esposo al resto de los integrantes del grupo por lo que el escape se realizó exitosamente en julio de 2015.
Además, López Núñez testificó que en 2016, con “El Chapo” detenido en el penal de Ciudad Juárez, el cártel de Sinaloa pagó dos millones de dólares a la entonces directora del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, de quién no se citó el nombre, para que trasladaran al narcotraficante de vuelta al Altiplano y así poder volver a armar un plan de fuga.
En ese momento, la directora de penales federales era Celina Oseguera Parra, pero “El Chapo” nunca se trasladó de vuelta a Almoloya.
Cabe mencionar que otros testimonios del llamado “juicio del siglo” ya habían involucrado al Coronel Aispuro en el trasiego de drogas para el cártel de Sinaloa.
En tanto, Ríodoce, quien también mantiene una cobertura especial de este juicio informó que Dámaso López declaró: “Mi comadre me comentó que me mandaba decir mi compadre que estaba planeando arriesgarse—fugarse del penal. Y quería saber si podía colaborar”.
En el interrogatorio dirigido por la fiscal Amanda Liscumm, “El Lic” dijo que en la primera reunión de 2015, “el mensaje que traía la esposa del acusado era que ya se oían los ruidos de la construcción del túnel debajo de penal. El plan de mi compadre era que fuera un fin de semana, sábado o domingo, porque no había funcionarios del penal”.