Los retos en seguridad y una nueva forma de medir la incidencia

Por Facundo Rosas / /
Los retos en seguridad y una nueva forma de medir la incidencia
Foto: Especial

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En vísperas de conocer la incidencia delictiva del primer semestre del 2019, los datos que la anteceden no ofrecen el mejor panorama para el estado de Puebla.

Entre enero y mayo del 2019, los delitos totales se incrementaron en un 33.7% respecto del mismo periodo de 2018, que ubicó a la entidad poblana en la quinta peor del país en este rubro, solo mejor que San Luis Potosí que aumentó 47.1%, Quintana Roo con 40.1%, Yucatán con 39.8% y Jalisco con 35.2% (SNSP avance mayo 2019).

A nivel Región Centro, Puebla se ubicó como la entidad con más retrocesos en materia de seguridad pública, superada por el Estado de México que sólo aumentó 18.4%, Ciudad de México con 11.9% e Hidalgo con 11.2%. Por lo que toca a las demás entidades, estas registraron avances, Tlaxcala con un descenso en su incidencia delictiva del 27.4%, Morelos con 4.1% y Guerrero con 2.2%.

Los delitos que más aumentaron en el estado de Puebla durante el periodo antes referido fueron lesiones dolosas, secuestro, violación y homicidio doloso con arma de fuego, así como robo a transeúnte, a transportista y casa habitación; la mayoría de ellos cometidos con violencia.

Lo anterior significa que en la mayoría de ellos pudieron haber sido utilizadas armas de fuego y que en las calles de Puebla continúan circulando este tipo de instrumentos, pese a que se han realizado esfuerzos interinstitucionales, algunos de ellos en coordinación con la ciudadanía.

Al hacer una revisión de los últimos 10 años, encontramos que en ninguno de ellos se había registrado un incremento de esta dimensión, razón por la cual el mayor reto para la administración que asumirá sus funciones el 1° de agosto será revertir el reciente aumento en la incidencia delictiva.

Para pronta referencia, cabe recordar que el mayor incremento en la incidencia en Puebla se presentó en 2012 con un 18.1% y el mayor descenso se registró en 2013 con un 29.2% (columna 26 de junio 2019).

En esta tesitura, si bien la metodología del SNSP obliga a que se continúen remitiendo las Carpetas de Investigación de acuerdo al desglose de delitos vigente a partir de 2018, también representa una oportunidad para explorar nuevas formas de medir la incidencia delictiva, para que ésta no se limite a la suma de delitos cometidos por los grupos delictivos, como hasta ahora se realiza, sino que refleje los esfuerzos de los gobierno federal, estatal y municipal.

Dicho de otra forma, si durante los últimos 22 años solo se ha difundido lo que los grupos delictivos cometen en contra de la sociedad en general y de las personas en lo particular, sería oportuno también informar de las acciones que realiza la autoridad y que la gente no conoce. 

Lo anterior significa que habría que desagregar y homologar cada uno de los avances de la autoridad en el combate al delito, para darlos a conocer con la misma periodicidad en que la incidencia delictiva (mensual), con la salvedad de que este tipo de “numeralia” requeriría un seguimiento diario y puntual, sobre todo en lo que respecta a la situación jurídica de los detenidos hasta ser sentenciados o absueltos, así como las salidas alternas que este sistema permite.

Entre los rubros que se podría informar destaca el número de detenidos por su probable responsabilidad en la comisión de algún delito, así como su situación jurídica, todo con apego a lo que dicta el Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Lo anterior sería complementado con los aseguramientos de armas de fuego, cartuchos, vehículos, camiones y motocicletas robadas, autopartes, droga, medicamentos, artículos electrónicos (celulares, computadoras, laptops y tabletas), joyas, combustible, inmuebles, giros negros, especies (fauna y flora), ropa, abarrotes y todo aquello considerado objeto o medio para cometer un delito.

En el caso de los Centros de Reinserción Social a nivel municipal, estatal y federal, los artículos y objetos asegurados durante las revisiones para garantizar su funcionamiento y respeto a los derechos humanos de los internos, son de lo más variado y escasas veces se difunden en forma ordenada y sistemática, por lo que esta sería una inmejorable oportunidad.

Este tipo de mediciones ya fue probado en otras regiones y entidades del país, incluyendo el estado de Puebla con resultados favorables, siempre con la participación directa de amplios sectores de la sociedad bajo la figura de la “Mesa de Seguridad”. Además el modelo ha sido replicado con algunas modificaciones, dejando momentáneamente de lado la participación ciudadana e incorporando el término de paz.

Versión no contada. En el estado de Puebla este tipo ejercicios permitió identificar, asegurar y difundir el hallazgo de objetos cuyo uso no era del dominio público, en particular los utilizados en el interior de los centros penitenciarios. Me refiero a las “Poleanas”, una especie de juego de mesa en el que interactuaban diversos internos, cuyo líder mantenía control sobre los participantes y los podía manipular a su conveniencia cuando decidía iniciar alguna acción de inconformidad en contra de las autoridades locales.