De cómo la pasión nos trajo a otra elección
Por Sarah Banderas / /
Y tuvimos otra elección,
pagamos nuevas campañas,
escuchamos iguales promesas,
vimos idénticas estrategias
y la mayor respuesta
fue hartazgo y aversión.
Y aquí estamos otra vez,
porque la pasión desbordó a la razón;
porque la política consume a la gente;
porque no hay opositores o disidentes
sino adversarios y enemigos;
porque no hay personas ni pueblo,
sino votos y adeptos;
porque no hay buenos perdedores,
sino venganzas pendientes;
porque el poder absoluto
corrompe absolutamente.
Porque no hay poder que sirva,
sino sirve para propios intereses.
Así tenemos nuevo gobernador
nos tocó esta democracia.
¿Qué se aprendió de esta lección?
Lector querido, feliz semana.