Andrés Manuel López Obrador abarrotó la Plaza de la Victoria en la zona de Los Fuertes y ante miles de personas, el candidato de Morena a la Presidencia aseguró que ya nunca más habrá fraudes electorales en el país.
La tarde de este martes López Obrador cerró campaña en la ciudad de Puebla y acompañado de los candidatos de su partido al gobierno, al Senado, diputaciones locales, federales y alcaldías, pidió a los poblanos que voten parejo: "6 de 6, todo Morena", dijo.
Sin embargo, se olvidó de su discurso bélico en contra del ex gobernador Rafael Moreno Valle y de la candidata de la coalición por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo, solo mencionó que en Puebla al igual que en "todo el país se acabará la corrupción, vamos a acabar con estos mafiosos", manifestó.
También omitió el discurso que trajo a lo largo de su campaña, en el sentido de que el candidato de Morena al gobierno de Puebla, Miguel Barbosa Huerta va arriba en las encuestas por 20 puntos, ni habló del supuesto fraude electoral que le están cocinando para que el PAN se quede con la gubernatura tal y como lo sentenció en Durango.
En su discurso, López Obrador no se refirió para nada a Barbosa, solo lo presentó al inicio del evento y a quien le dedicó halagos y porras fue a la candidata a la Presidencia Municipal, Claudia Rivera Vivanco a quien consideró "una excelente candidata".
El abanderado de Morena a la Presidencia se comprometió a ponerle fin a los fraudes electorales, dijo que nunca más habrá compra de votos ni amenazas para que un partido o un candidato gane.
Habrá elecciones limpias, señaló.
Y dijo que propondrá una iniciativa para que la compra de votos y el fraude electoral sean delitos graves, que se castiguen con la cárcel y quienes los cometan no tengan derecho a fianza.
También reiteró que acabará con la corrupción, que la residencia oficial de Los Pinos será abierta al público y será un centro de cultura, aseguró que no usará el avión presidencial que compró Enrique Peña Nieto en 7 mil millones de pesos.
Reiteró que cancelará las pensiones a los ex presidentes, pues se erogan 5 millones al mes del erario, y se reducirán los salarios de los altos funcionarios.
Yo ganaré menos de la mitad de lo que gana Peña Nieto (...) vamos a bajar el salario de los de arriba para subir el sueldo de los de abajo. No puede haber gobiernos ricos con pueblos pobres.
