Diego Luis N., de apenas 4 años, murió la tarde del jueves 15 de marzo, dentro del Centro de Asistencia Infantil Comunitario (CAIC) en Amalucan. Según sus compañeros, fue empujado de una silla, cayó y comenzó a convulsionarse. Esta versión contrasta con la de la directora, identificada como Fabiola, así como la maestra del niño, de nombre Verónica, quienes señalaron que sólo se desmayó.
VER: Diego, de 4 años, muere al interior del CAIC Amalucan; indagan si fue accidente
En entrevista con el Sol de Puebla y Cinco Radio, Mónica Alejandra, la madre de Diego, aseguró que las autoridades de la escuela dependiente del Sistema DIF Estatal le mintieron con respecto a lo sucedido con su hijo, pues los médicos de la clínica 55 del IMSS, a donde fue trasladado, le comentaron que el menor llegó muerto; mientras que la directora y la maestra insistieron que su hijo sólo se desvaneció y fue llevado con vida al nosocomio.
Mónica relató además que los compañeros de su hijo le dijeron que Diego se subió a la silla y fue empujado o cayó. La madre relató que sólo recibieron una llamada de la escuela en donde le informaron que el menor se había desmayado.
La madre de Diego dijo que tras acudir al hospital y corroborar que su hijo había fallecido, fue a la escuela, donde pidió hablar con los responsables del CAIC.
Mónica señaló que la maestra Verónica le refirió que estaba escribiendo en el salón cuando escuchó un golpe y vio al niño tirado, por lo que autoridades de la escuela decidieron llevarlo a la clínica.
La madre del menor señaló que, en cambio, otros niños insistieron que Diego se subió a la silla y se cayó. Señaló también que la maestra se sostuvo en lo dicho, pero, además, que les dijo a los otros alumnos que no contaran la versión de la silla.
La maestra les dijo que guardaran silencio y pidió que no dijeran mentiras para volver a sostener su dicho”
Incluso, Mónica refirió que al exigir explicación, la directora agredió a su hermano y actuó de manera prepotente.
Quiero justicia, la maestra todavía se puso agresiva, le pegó a mi hermano Adrián, y el esposo de la directora Fabiola, que se identificó como su abogado, nos gritó que nos largáramos, porque no teníamos nada que hacer ahí…; como no vamos a estar si ahí murió mi hijo y queríamos una explicación, pero nadie quiso hablar más”.
Finalmente, Mónica señaló que ya cuenta con la asesoría legal necesaria para recuperar el cuerpo de su hijo, además de estar al tanto de las indagatorias correspondientes. Exigió justicia y que se sepa la verdad.
La Agencia Estatal de Investigación clausuró el centro educativo ubicado en la Avenida Las Torres número 63, mientras realiza las investigaciones correspondientes.
En tanto, se esperan los resultados de la autopsia para conocer la causa del fallecimiento del pequeño Diego
