“¡Adiós hijo, adiós hija, los amo!”, fueron las últimas palabras que la señora María Rey dedicó a Saúl e Ivonne, sus hijos, quienes fueron asesinados durante un asalto el pasado domingo 5 de noviembre en la colonia Aquiles Serdán, al sur de la capital poblana.
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Los presentes exigieron justicia por la muerte de los hermanos y fue un pastor el encargado de dar palabras de aliento y resignación a los padres, quienes lloraron frente a los ataúdes de sus hijos. Además, pidió a los presentes orar por los padres, pues dijo que "se vienen tiempos difíciles para ellos”.
La abuelita de los jovenes, mientras lanzaba flores a la tumba, les dijo: "pronto nos encontraremos, Dios los bendiga".
El emotivo entierro tuvo lugar a las 14:00 horas en el panteón del Eterno Descanso de la capital poblana. A las 13:30 horas salió la caravana de la calle 1910 en la colonia Aquiles Serdán y se trasladaron hasta el panteón ubicado sobre la 11 Sur, a la altura de San Ramón Cuarta Sección.
Al entierro asistió un representante de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Autónoma de Puebla (BUAP), pues Ivonne cursaba el primer semestre de Criminología, y adelantó que mañana por la mañana alumnos de dicha institución educativa marcharán a la Fiscalía General del Estado para exigir justicia y un alto a la ola de delincuencia.
Saúl fue el primero en ser enterrado; su abuelita, al pie de la caja, le reprochaba: "me dejaste hijo". Después, colocaron la loza, bolsas negras, tierra y entonces bajaron la caja donde se encontraba Ivonne.
Al termino del entierro, la abuelita de los jóvenes agradeció el apoyo y presencia de los universitarios compañeros de la joven de 19 años, y les dijo: "Dios los cuide y los acompañe porque tienen una carrera por delante".
Al final, la tumba de los hermanos fue adornada con seis coronas y múltiples ramos de flores.
Varios niños estuvieron presentes en el entierro en donde lanzaron globos blancos.