El agente ministerial Alejandro Rocha Laureano fue detenido este 4 de diciembre en Puebla por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho; es el tercer agente ministerial sobre el que se fincan responsabilidades por el delito de tortura.
Según informaron fuentes de PÁGINA NEGRA dentro de la Fiscalía General del Estado, el titular de la Policía Ministerial, Juan Luis Galán Ruiz fue notificado este día por agentes del estado de Quintana Roo, quienes llegaron directamente a su oficina.
Galán Ruiz llamó a Alejandro Rocha Laureano para presentarse a su despacho donde, finalmente, fue entregado a los agentes de Quintana Roo. En estos, momentos, el agente es trasladado a ese estado para ser presentado por el delito de tortura.
Apenas en 2017 el primero de los ministeriales detenidos fue sentenciado a 11 años de prisión. Se trata del ex comandante de la Policía Ministerial, José Montaño Quiroz, quien fue sentenciado a pasar 5 años de prisión y tres meses, según determinó el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Quintana Roo
El 11 de diciembre de 2014, Montaño fue detenido y trasladado a Cancún. Finalmente, el 20 de octubre del 2017 el caso tuvo sentencia. La periodista y escritora aseguró en una entrevista con Carmen Aristegui que su caso habría quedado en el olvido de no ser por la presión de instancias internacionales.
VER: Dan 5 años y 3 meses de prisión a policía poblano por torturar a la periodista Lydia Cacho
El 16 de diciembre de 2005, Lydia Cacho Ribeiro fue detenida y acusada por la entonces Policía Judicial de Puebla en Cancún, Quintana Roo.
Fue transportada vía terrestre a lo largo de mil 500 kilómetros hasta la ciudad de Puebla. La periodista logró su liberación después de pagar una fianza de alrededor de 106 mil pesos. El proceso legal en su contra duró más de un año, y ella contrademandó por tortura en 2009.
En el trayecto de Cancún a Puebla ocurrió la tortura, según relató Lydia Cacho:
“Durante 20 horas de camino de Cancún a Puebla, los judiciales se dedicaron a amenazarme, me torturaron de diversas formas. En cuanto llegué a Puebla, otra vez me metieron a la cárcel, tenía las advertencias de que iba a ser violada”, relató.
