El comisario Javier N y el comandante Alfredo N, fueron vinculados a proceso por cohecho y espionaje contra instituciones de seguridad y procuración de justicia, mismos delitos por los cuales el pasado 23 de junio obtuvieron su libertad al no ser vinculados a proceso. En esa ocasión, también se les imputó el delito de portación ilegal de arma de fuego.
A pesar de que en ese momento los aprehendieron nuevamente debido a que cuentan con otras dos delitos en su contra, entre ellos el de homicidio calificado, el Juez de Control dió oportunidad a la Fiscalía General del Estado de realizar de nueva cuenta la solicitud de vinculación a proceso por espionaje, cohecho y portación ilegal de arma de fuego pues dijo su resolución no se debió a la falta de elementos de prueba sino a un error de litigación de los agentes del Ministerio Público.
Fue así como este día fueron vinculados a proceso pero solo por los delitos de espionaje y cohecho pues no se pudo acreditar que portaban un arma distinta a la que su cargo y para la cual, contaban con el permiso correspondiente.
Sin embargo, Javier N y Alfredo N ahora enfrentarán dos proceso en su contra pues en una audiencia distinta, también fueron vinculados por delitos contra la administración de justicia y otros ramos del sectores público cometidos en agravio de la procuración de justicia. Este delito fue por el cual fueron detenidos saliendo de la casa de justicia tras obtener su libertad por lo antes mencionados.
VER: Vinculan a proceso a los dos mandos de Amozoc; sí estaban coludidos con el robo de gas L.P
En ambos procesos, la Fiscalía General del Estado cuenta con un plazo de tres meses para concluir con la etapa de investigación complementaria.
Los dos mandos fueron detenidos el pasado 15 de junio después de la ejecución de seis policías municipales en Amozoc. Durante la audiencia de vinculación por delitos contra la administración de justicia, de reveló que Martín Estudillo, uno de los seis policías ejecutado ya había girado dos oficios y preparaba un tercero, dirigidos al alcalde municipal en el que denunciaba que sus superiores; es decir, el comisario Javier y el comandante Alfredo, estaban coludidos con el robo de gas L.P en la zona.
