La sensación de estar expuesto a un delito, desde un simple robo hasta un crimen de alto impacto, se hace constante. Salir de la casa con el temor de ser desaparecido, herido, asesinado. Y todo empeora si se es mujer.
Así es vivir en Ecatepec, Estado de México. Así lo cuentan los habitantes de ese Municipio que durante años se cuelga uno de los títulos más vergonzosos en la tragedia mexicana: ser capital del feminicidio.
“Aquí ya no se vive en paz. Tu casa ya no es tu casa. Ya no es un lugar seguro, se vuelve un lugar inseguro. Tu misma casa se vuelve tu cárcel, y eso es muy feo”, compartió tajantemente Noemí Salinas, una joven madre de familia que vive en Jardines de Morelos, Ecatepec. También es vecina de Juan Carlos “N” y Patricia “N”, la pareja acusada de entre diez y 20 feminicidos en esa zona.
Desde Eruviel Ávila Villegas (2009 a 2012) a la fecha, los alcaldes de Ecatepec “abandonaron completamente la inversión social y esa precarización generó una ola de violencia y falta de oportunidades en la región”, dijo la Diputada Azucena Cisneros Coss, del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). “Ecatepec es un caldo de cultivo porque es el resultado de un botín político que ha sido consentido por el priismo del oriente de la zona metropolitana”, agregó.
En el Estado de México, actualmente gobernado por Alfredo del Mazo Maza, más de la mitad de los hogares, es decir, 57.1 por ciento, tiene a una persona que fue víctima de un delito durante el 2017, de acuerdo a la encuesta Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2018 (ENVIPE). El 74. 1 por ciento de la población mayor de edad considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja al estado mexiquense y el 66.6 cree que el entorno donde vive, colonia o localidad, es insegura, según el censo levantado en 2017.
Y las cifras empeoran: El 83.4 por ciento de los mexiquenses ya no permiten que sus hijos salgan a la calle y se estima que el gasto per cápita que hicieron durante 2017 en medidas preventivas por la inseguridad asciende, en conjunto, a los 11 mil 759.8 millones de pesos. De enero agosto del 2018, un total de 35 mil 094 mexiquenses han sido víctimas de algún delito y de esos, 31 mil 781 van desde atentados a la integridad física corporal hasta delitos contra la vida.
En los primeros ocho meses del año se han asesinado a mil 674 personas en esa entidad gobernada por Alfredo del Mazo Maza, primo del Presidente Enrique Peña Nieto. En esos meses, 23 mil 038 personas han sido víctimas de lesiones dolosas por las cuales se han abierto 21 mil 50 carpetas de investigación. Además, se registra un total de 125 víctimas por secuestro, aglomerados en un total de 105 carpetas de investigación abiertas por esos casos.
Las cifras oficiales establecen que se han abierto en total 8 mil 244 carpetas de investigación por asalto a transeúntes en la vía pública; 623 por atracos en vehículos propios particular; 5 mil 853 por robos con violencia en transporte público (colectivo); y 3 mil 872 por asaltos a negocios.
Y aún así, entre periodistas e investigadores se dice que el Estado de México oculta las verdaderas cifras.
ECATEPEC, EL MÁS VIOLENTO
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Ecatepec está en el sitio 18 de incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes, entre los municipios a nivel nacional. Y según el Instituto Nacional de las Mujeres y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Genero y el Empoderamiento de las Mujeres, es la localidad más violenta para las mujeres de los últimos años.
El municipio de Ecatepec agrupa el 40 por ciento de los delitos del Estado de México, según reconoció Maribel Cervantes, la Secretaria de Seguridad Pública del Estado de México, en una comparencia ante diputados federales.
Hoy Ecatepec nuevamente está el foco de la prensa nacional e internacional por el reciente caso de Juan Carlos y Patricia, la pareja de presuntos feminicidas seriales detenidos el 5 de octubre y a quienes se les vincula con al menos una veintena de homicidios. Sin embargo, la crisis de inseguridad en ese municipios no es nueva. Se ha mantenido desde hace varios años atrás.
Para algunos políticos, activistas y periodistas, la violencia en la que se ha sumergido es el Estado de México es el resultado del abandono al que quedo expuesta su ciudadanía que por décadas fue gobernada por el Partido Revolucionario Institucional, (PRI) y por su cacicazgo regional. También, en evidencia, a la impunidad que se instaló en la región.
Cisneros Coss, quien vive en Ecatepec, dijo que el problema de origen se remonta a partir de la industrialización, a finales de los años 60, cuando el municipio se empezó a poblar a partir de la sierra de Guadalupe. La legisladora dice que Ecatepec se conformó, en general, de las zonas irregulares producto de lo que fueron los fraccionadores clandestinos vinculados con el PRI.
La Diputada considera que “la precarización de Ecatepec inicia con todo ese contexto de saturación de unidades habitaciones, por fraccionadores clandestinos, sumado a una clase política que ha sido muy indiferente y doliente”. Los políticos del PRI, cuenta, sentaron un cacicazgo y consolidaron la idea de comprar el voto, lo que generó que las últimas tres generaciones en Ecatepec hayan sido abandonadas por las autoridades.
