Cuatro años pasó Israel Pacheco Velázquez en la cárcel acusado de los delitos de extorsión y enriquecimiento ilícito, tras su liberación el pasado dos de octubre, el ex líder sindical está de vuelta con la pretensión no solo de ser reinstalado como trabajador del Ayuntamiento de Puebla sino de convertirse nuevamente en el dirigente del sindicato.
La administración de Claudia Rivera ya dio un rotundo no. Su secretario de Gobernación, René Sánchez Galindo dijo que es imposible regresarle su trabajo pues fue encarcelado justamente por no reportar recursos por 2.4 millones de pesos, que deben ser restituidos.
Sin embargo, Pacheco ha recurrido a sus viejas prácticas y con plantones y manifestaciones pretende obligar a la administración municipal, que hoy encabeza Morena a devolverle su trabajo para después pelear por la dirigencia, como lo confesó en una entrevista para el director de E-Consulta, Rodolfo Ruiz.
Pero el historial de Israel Pacheco como líder del sindicato, durante los 13 años que estuvo al frente, está lleno de acusaciones por: enriquecimiento ilícito, mal trato a los trabajadores, pasar de una vida sencilla a un estilo opulento, de utilizar a sus hermanos como prestanombres y, sobre todo, como desestabilizador de los gobiernos municipales, desde Mario Marín hasta Lalo Rivera.
Su poder fue tal, que modificó en su momento los estatutos para convertirse en líder vitalicio, este cambio fue eliminado en 2016, cuando todavía estaba preso, para que "nunca más existiera esa figura".
Luego de que fue encarcelado, Milenio y el Sol de Puebla publicaron reportajes en los que demostraron la opulenta vida de Israel Pacheco, supuestamente a costa del dinero de las cuotas sindicales.
En ese entonces ambos medios evidenciaron las propiedades con las que contaba Pacheco, las fotos de su esposa e hijos de viaje por Europa; y le adjudican la propiedad de una financiera Finamoney.
En este contexto, CENTRAL realiza un recuento de la relación de Pacheco con los alcaldes, que fue colocado como líder sindical con Mario Marín, hasta que se topó con el panista Eduardo Rivera.
Marín, su llegada al poder
Fue con Mario Marín como alcalde de Puebla cuando Israel Pacheco logró su cargo como líder del sindicato del Ayuntamiento, en julio de 2001. Esa administración le donó al sindicato mil 236 metros cuadrados con un valor de 1 millón 236 mil pesos en la Colonia Azcárate, donde actualmente están sus oficinas.
Luis Paredes intenta tumbarlo con sindicato alterno
El panista Luis Paredes intentó derrocar al sindicato de Pacheco con un sindicato “independiente” alterno, que tenía más de 200 agremiados, sin embargo el trienio no le alcanzó para fortalecerlo antes del cambio de gobierno.
Durante ese trienio, Paredes sufrió las manifestaciones en las que el líder pedía aumentos salariales para los trabajadores, siempre con la condición de que fueran de dos dígitos, incluso realizó una manifestación a la que envió a los jubilados como “carne de cañón, y el gobierno usó la fuerza pública para replegarlos.
El fortalecimiento con Enrique Doger
En 2005, Enrique Doger Guerrero le concedió la toma de nota a Pacheco y la posibilidad de que se reeligiera por tres años más.
En esa administración le donó el predio de El Refugio, ubicado en Totimehuacán, donde construyeron una especie de zona recreativa, el 50% de los recursos los puso el entonces gobernador Mario Marín y el otro 50% el gobierno dogerista.
Blanca Alcalá y la dirección de Servicios Públicos
Con Blanca Alcalá como alcaldesa de Puebla, Israel Pacheco otra vez presionó cada año para lograr el incremento salarial del sindicato.
Pero el mayor conflicto sucedió cuando exigió que le entregaran la dirección de Servicios Públicos, para su hermano Conrado Pacheco.
La alcaldesa no accedió y el sindicato realizaba marchas continuas como objeto de presión.
Pero Blanca Alcalá también donó un predio de la unidad habitacional La Margarita, con un valor de 8 millones 9421 mil pesos para las canchas del sindicato y al final accedió a otorgarle las bases que solicitaba.
Eduardo Rivera, el único que no se dejó intimidar
El alcalde panista Eduardo Rivera fue el único que no cedió a la presión del líder sindical para que entregara bases para sus trabajadores.
Esto provocó que en un sinfín de ocasiones instruyera a sus sindicalizados a realizar huelgas de brazos caídos o los llamaba a reuniones para provocar parálisis en las áreas gubernamentales.
Rivera terminó su administración como el único alcalde que no entregó bases al líder, pero ellas fueron entregadas ya con Tony Gali como alcalde, alrededor de 200, de las que ya no disfrutó Pacheco, pues ya había sido encarcelado.
