Luis Alberto Arriaga, el presidente municipal de San Pedro Cholula por Morena, es uno más de los que se han cuadrado con el morenovallismo, lo hizo desde la campaña.
El pupilo de José Juan Espinosa cometió alta traición y le mandó a decir a la candidata de Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso que no se metería con ella en campaña, porque “él no estaba loco”.
Luego, ya que entró en funciones, recibió, dicen, 2.5 millones de pesos “pa’ sus gastos” y con eso se compró una camioneta, se llevó de vacaciones a la playa a toda su familia, se fue a Europa y hasta regaló una bolsa LV.
Yo la verdad los hubiera ahorrado por si “las vacas flacas” regresaban, pero al parecer el presidente no aprendió la elección y corrió a gastarse todo lo que le dieron.
Otro que también recibió el dinerito es Melitón Lozano.
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El excandidato de Morena al gobierno de Puebla, Luis Miguel Barbosa, quien se asume como líder moral del partido ha lanzado una orden a los alcaldes electos.
Les ha prohibido hacer convenios con los medios de comunicación para la difusión de sus boletines. Su plan: una vez que llegue al gobierno, centralizar y solo favorecer a los medios aliados, castigar a los que apoyaron a Martha Erika Alonso.
Muchos ya pensaron en no hacerle caso y comienzan a pactar con los medios por fuera.
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La columna pasada les dije que Jorge Aguilar Chedraui era contemplado para convertirse en secretario General de Gobierno de Martha Erika Alonso, me dicen que no, que se quedará a operar en el PAN.
Aguilar trabajará de la mano con Genoveva Huerta para fortalecer al partido, como una oposición al Congreso de Puebla y ayudar un poco a Marcelo García, quien ya está bastante vapuleado.
El que ya está a una semana de regresar de vacaciones y entrar de lleno al equipo de transición de la gobernadora electa, Martha Erika Alonso, es el exalcalde Luis Banck.
