El ex Arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco se llevó a la tumba los secretos del por qué encubrió y protegió a su ex compañero de seminario, Nicolás Aguilar Rivera, el cura poblano acusado de cometer más de 86 actos de pederastia en Tehuacán, Puebla y Los Ángeles, California.
Huesca y Pacheco murió la madrugada del sábado 25 de noviembre y cargó hasta sus últimos días el señalamiento de ser el principal protector de Aguilar, quien desapareció sin dejar huella, pues tal vez sabía dónde está escondido.
Con su cuerpo también fue enterrada una de las posibilidades de que alguna de esas 86 víctimas, abusadas sexualmente cuando eran niños, por Nicolás Aguilar, recibieran la justicia que muchos de ellos han esperado hasta sus últimos suspiros.
Tras su muerte, el ex Arzobispo tuvo una despedida digna de un político. A la misa asistieron funcionarios públicos, académicos y políticos como el priista Juan Manuel Vega Rayet, delegado de la Sedesol; Sergio Vergara , Gerente del Centro histórico y Patrimonio Cultural y Emilio José Baños, el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Incluso, Víctor Sánchez Espinosa lloró lágrimas en honor a su sucesor durante la misa de cuerpo presente que se ofreció el sábado por la noche en el Seminario Palafoxiano de Puebla.
VER: Muere ex arzobispo de Puebla, Huesca Pacheco
Pero, con su despedida también es recordado el silencio que guardó en su único gran escándalo mientras estuvo al frente de la Arquidiócesis de Puebla. Como documentó ampliamente la periodista Selene Ríos Andraca, en sus más de 30 años como arzobispo, Rosendo Huesca y Pacheco sólo fue cuestionado por el encubrimiento y protección a Nicolás Aguilar.
No fue ese su único escándalo, aunque sí el más grande, antes de morir, Huesca y Pacheco inició una batalla legal por la propiedad de la casona ubicada en la avenida Juárez y esquina con la 17 Sur, mejor conocida como “La Casa de los Enanos”.
La propiedad fue adquirida en 20 millones de pesos por el líder la Grey Católica en Puebla, pero perdió el litigio con José Alfredo Gutiérrez Rodríguez. Durante la batalla legal, Rosendo Huesca jamás pudo comprobar cómo fue que pagó legalmente 20 millones de pesos en efectivo por la propiedad.
El caso Nicolás Aguilar
El 28 de septiembre de 1977, mediante la Bula “Cum Archiepiscopalis” el papa Paulo VI lo nombró como el séptimo Arzobispo de Puebla y dejó la silla de la Arquidiócesis el 2 de febrero del 2009, después de que presentó su renuncia ante la Santa Sede al cumplir los 75 años de edad.
Durante más de 30 años se le cuestionó por la complicidad que tuvo con el arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera, al permitir que Nicolás Aguilar continuara oficiando misas en las diócesis de Tehuacán y Puebla, esto a pesar de las denuncias por los delitos de violación y corrupción de menores en Estados Unidos y México.
Aunque el escándalo de abuso sexual se dio a conocer en 1987, posteriormente en 1994 y por última vez en 1997, Rosendo y Huesca autorizó a Nicolás Aguilar oficiar misas en su diócesis en la iglesia de Santa Clara Huitziltepec.
En las cartas entre Norberto Rivera y el cardenal de California, Roger Mahony, relucían “los problemas de homosexualismo que sufría” Nicolás Aguilar, según publicó el periodista de Proceso, Rodrigo Vera el 31 de octubre de 2005.
En 1986 estalló en Puebla el primer caso que involucró a Nicolás Aguilar en la comunidad de Cuacnopalán. Para protegerlo, Norberto Rivera pidió su traslado a Los Ángeles, California. En 1987, un año después, el párroco Nicolás huyó de Estados Unidos ya que había acumulado 26 denuncias por abuso sexual y corrupción.
Por esto es colocado nuevamente en México, ahora en el Estado de México y ahí es donde abusó sexualmente de Joaquín Aguilar, quien en septiembre de 2006 obtuvo el apoyo de La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) para denunciar ante la Corte de California a Norberto Rivera y todos los cómplices de Nicolás Aguilar en México, entre ellos el propio Rosendo Huesca.
El 27 de noviembre de 1997 nuevamente se denunció a Aguilar mediante la averiguación previa 34/97/DRZS por el delito de violación en contra de otro menor de edad.
La denuncia fue recibida por Rodolfo Igor Archundia, entonces director regional de Averiguaciones Previas y Control de Procesos de la zona Sur, y quien fue procurador de Justicia en la última etapa del gobierno de Mario Marín Torres.
A pesar de las denuncias contra Nicolás Aguilar, Rosendo Huesca apoyó a su ex compañero de seminario y le autorizó oficiar misas en Santa Clara Huitziltepec, donde fue visto por última vez.
Fue hasta el 18 de diciembre del 2006, Rodrigo Aguilar Martínez y el canciller de la Diócesis de Tehuacán, Víctor Guzmán Evangelista, solicitaron la baja definitiva de Nicolás Aguilar, bajo el argumento de que el pederasta ya no oficiaba misas en ningún lado y por las “denuncias que ha habido en su contra, de todos conocidas” como publicó el diario CAMBIO el 19 de septiembre de 2007.
Sin embargo, en una conferencia de prensa, el 7 de enero de 2007, Rosendo Huesca presumió que él había firmado la petición en contra de Nicolás, aunque en el documento jamás apareció su firma.
Hasta la fecha, de Nicolás Aguilar no se tienen más noticias de su paradero e incluso versiones extraoficiales señalan que murió y que existe el acta formal de su defunción, aunque esto no se ha confirmado.
Huesca compró "La Casa de los Enanos" en 20 millones de pesos
El 27 de marzo del 2013 la mítica propiedad conocida como La Casa de los Enanos, localizada en la Avenida Juárez 1702, volvió a ser noticia al incendiarse mientras se desalojaba a sus habitantes por un litigio.
José Alfredo Gutiérrez Rodríguez y su familia fueron desalojados con el apoyo de elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), esto debido a un adeudo de 20 millones de pesos por una orden del Juzgado Octavo de lo Penal.
Según informaron los representantes legales de Gutiérrez, el denunciante en ese entonces se trató del ex arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco ya que supuestamente pagó 20 millones de pesos por la propiedad a José Alfredo Gutiérrez.
Durante el litigio, se exigió a Rosendo Huesca que comprobara el pago de manera legal de los 20 millones pagados en efectivo a José Alfredo Gutiérrez. El ex Arzobispo jamás pudo confirmar la entrega del dinero, y perdió el juicio.
Hasta el momento, la propiedad se mantiene deshabitada y sigue peleándose ante los tribunales, ya que José Alfredo Gutiérrez enfrenta un nuevo litigio ahora en contra de Claudio Ernesto Arce.