Tragedias

San Isidro, la fiesta que llevó la desgracia a Chilchotla

- Foto: Especial

La familia Serrano recibió este año al santo patrono San Isidro Labrador y se preparaba para celebrarlo este 15 de mayo; entre platos desechables y refrescos, también albergaban en su pequeño hogar uno de los elementos más importantes de la fiesta: mil 600 cohetes, los cuales por un accidente en un juego de niños explotaron, llevando la tragedia a esta alejada población de la Sierra Madre Oriental

Por Jesús Viñas / Esteban de Jesús López

/ Chilchotla, Puebla

Los integrantes de la familia Serrano esperaron casi un año a que llegara el día en que tendrían el honor de ser los mayordomos de “San Isidro Labrador, el santo que quita la lluvia y pone el sol”. Seis días antes de que la imagen llegara a su casa, los cohetes que guardaban para recibirlo explotaron y cobraron la vida de ocho miembros de su familia.

Héctor Serrano, papá de uno de los 11 niños que murieron cuando jugaban con los cohetes, está sentado afuera de su casa, que terminó con los vidrios estrellados. Bebe cerveza y no puede dejar de llorar, apenas alcanza a decir que su hijo tenía 6 años y que acababa de salir del preescolar. Con su mano pide que lo dejen en paz.

Chilchotla está a dos horas y media de la capital de Puebla. Es una comunidad muy pobre con alrededor de 23 mil habitantes. Cada 15 de mayo hay una gran fiesta, la de San Isidro. Ese día y explotan cientos de cohetes en su honor.

El 15 de mayo de 2016 se decidió que la familia Serrano recibiría al santo en su casa para la fiesta patronal de este año. Con ansia esperaron la gran celebración, pues en las comunidades se considera una bendición ser anfitrión de la celebración. Ya habían comprado los platos desechables y refrescos. El 6 de mayo llegó lo más importante para la celebración: los mil 600 juegos artificiales.

Decidieron guardarlos en su casa, en una bodeguita que no tenía ventanas. Había cohetes de sobra y algunos niños de la comunidad se pusieron a jugar.

Estaban en el parque, a un lado de la casa, tronaban “chifladores”, Uno de ellos no alcanzó la altura necesaria; el impulso fue suficiente para meterse por la ventana de la bodega. Todo explotó. El fuego cobró la vida de cinco niños en ese lugar. Otros seis  menores fueron rescatados con quemaduras, pero horas más tarde también perecieron. En la lista de víctimas hay 3 adultos más.  

A un día de la tragedia, aún huele a pólvora, a muerte, a dolor.

VER: #TragediaEnPuebla: Uno de los cohetes con los que jugaban los niños de Chilchotla por accidente provocó la explosión

En velorio masivo, San Isidro llora a sus fallecidos

Familiares, amigos y pobladores de la pequeña comunidad se reunieron la noche de este martes para velar a sus 14 muertos. Entre velas, rezos y llantos, debajo de una enorme carpa en el centro de la comunidad, los deudos daban el último adiós a las víctimas de la explosión. 

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Héctor perdió a su hijo de casi seis años

“Mi hijo iba a hacer seis años”, dijo Héctor Serrano sin aún comprender lo que pasó, Cuenta que los niños estaban jugando, estaban alegres, habían llevado serenata a San Isidro, el santo patrón.

Los mil 600 cohetes le arrebataron a su hijito, a cinco sobrinos y dos cuñados. Al igual que los habitantes de San Isidro, lo único que escuchó fue el retumbar de la explosión, la caída de los escombros y el lamento de los heridos.

El padre llora inconsolable, no quiere saber nada, apenas tiene tiempo de acordarse de que además de la pérdida de sus seres queridos, también se quedó sin casa. Él es comerciante en la Central de Huixcolotla.

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En 40 años, nunca pasó una tragedia así, dice Victoria

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Con una mirada de incertidumbre e incredulidad, Victoria –una mujer de la tercera edad— quien a pesar de estar lastimada no acudía a la ambulancia por temor a que no la atendieran, narró que en los cuarenta años que ha residido en la comunidad de San Isidro nunca había presenciado un hecho similar como el acontecido la noche del 8 de mayo.

Recordó que antes de la explosión, los niños jugaban y echaban fuegos artificiales sin pensar en la tragedia que ocurriría. Con nerviosismo, relató que un cohete se desvió al interior de la casa y fue ahí cuando sucedió el estallido.

Victoria contó que una vez que escuchó la explosión, corrió a refugiarse en la parte trasera de su casa para evitar que alguna piedra ce cayera encima. Mientras a su vez, veía a los 11 menores de edad quemarse poco a poco.

Echaron mucho cohete. Dije, están locos de plano. Cuando escuché la explosión corrí atrás de mi casita. En casi 40 años viviendo aquí nunca había pasado esto. Murieron niños chiquitos”

Juan perdió a sus tres hermanos y dos sobrinos

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Juan, otro poblador, relata con la voz entrecortada que perdió a sus tres hermanos y dos sobrinitos. Escuchó las voces de los pequeños que estaban jugando y en un parpadeo una gran explosión en la casa donde resguardaban los cohetes.

Cuando salió a ver qué pasó, apenas alcanzó a ver como caían las paredes y los vidrios, nada pudo hacer por sus hermanos ni por sus sobrinos. La casa quedó reducida a escombros.

Se seca las lágrimas, suspira, no puede terminar la entrevista, “perdí a mis hermanos”, llora desconsolado junto a los escombros de la casa donde antes de la explosión había felicidad por la festividad del santo patrono.

Hoy mis nietos están muertos: Carmen Rosas

Mientras era atendida en una ambulancia, Carmen Rosas Tentle relató que mientras ocurría la explosión, una piedra le pegó en su pierna. Dijo que aunque no vio todo el hecho –porque un policía la rescató— escuchó los gritos de sus familiares atrapados en el estallido.

“Lo que era alegría hoy es tristeza”, dijo entre lágrimas. Sus nietos hoy están sin vida.

Ya no vi más porque me llevaron lejos. Una piedra me pegó cuando se desmoronó. Son mis hijos, mis nietos los que se murieron y mi hijo está internado. Ya no van a poder estar contentos”.

Aquí los hombres mandan

En una comunidad marcada por sus usos y costumbres, los hombres son los que toman las decisiones de las festividades y quedó demostrado cuando una habitante, tímida ante las preguntas, reafirmó que en San Isidro los hombres decidirán el futuro de la fiesta patronal a pesar de la tragedia.

No sé, como era fiesta patronal por eso se juntó la gente. Cada año se llevaba a cabo. Yo no puedo decidir, soy mujer y quienes mandan son los señores, ellos deciden que siga o no”.

Hasta el momento, la explosión en el pequeño poblado de San Isidro, en el municipio de Chilchotla, Puebla, ha dejado 14 muertos y 22 heridos, Protección Civil trabaja para remover los escombros y no se descarta que al paso de las horas más personas fallezcan debido a las heridas

Afortunadamente, 8 personas ya han sido dadas de alta y se reportan estables.

VER: #TragediaEnPuebla: Sube a 14 cifra de muertos en explosión de polvorín; 11 de ellos son niños (FOTOS)