Una pareja con 71 años de matrimonio falleció el mismo día sin que uno ni otro supieran que murieron con una diferencia de cuatros horas y quince minutos.
Doña Socorro Ibáñez no supo que su esposo, Antonio Gómez, había dejado el mundo poco antes que ella. La doble muerte significó un golpe mucho mayor para los hijos de ambos.
El deceso de los enamorados ocurrió el 3 de octubre pasado, cuando Don Antonio, de 91 años de edad, fue trasladado por sus familiares a un hospital privado, donde falleció a las 14:14 horas. Más tarde, a las 18:30 horas, su esposa, de 95 años, dejó la vida en la casa donde vivía.
El matrimonio no pasó sus últimos días juntos. Las enfermedades de ambos, propias de su edad, propiciaron la separación. Los dividía una calle. Él era cuidado por una de sus hijas, mientras que en la casa de enfrente vivía ella, con otra de sus hijas.
Los enamorados tuvo siete hijos, 17 nietos y 21 bisnietos.
Su historia inició en Empalme, Sonora, municipio de donde eran originarios. Fue en 1946 cuando decidieron unir sus vidas. De oficio ferrocarrilero, él trabajó durante 35 años, luego se jubiló. Ella se dedicó al hogar.