Una migrante poblana murió sofocada por el calor en el desierto de Texas. Tras ser abandonados por el coyote que guiaba el grupo, la hermana de la mujer de 30 años decidió entregarse a las autoridades migratorias para que rescataran sus restos.
La familia de la mujer —cuya identidad ha sido reservada por las autoridades migratorias— dio aviso al Ayuntamiento de Atlixco, según informó José Mario González Sánchez, el titular de la Oficina de Atención al Migrante.
La joven originaria de la junta auxiliar de San Jerónimo Calera, en Atlixco, hace unos días emprendió el viaje hacia los Estados Unidos en compañía de su hermana y dejó una niña al cuidado de sus padres quienes el día de ayer recibieron la noticia de su muerte.
Sin embargo los traficantes de personas las abandonaron en el desierto. Después de entregarse ante las autoridades migratorias en la ciudad de McAllen la mujer pidió que la acompañaran a buscar el cadáver de su hermana y después se comunicó con sus familiares para notificar sobre la muerte.
Según explicó José Mario González, la administración municipal de Atlixco se encuentra apoyando a los familiares de la mujer quienes ya iniciaron los trámites a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al menos dos semanas tardarán en ser repatriados sus restos.
Se trata de un trámite un poco largo, como dos semanas. Pero se les está apoyando por parte del municipio y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Los familiares nos buscaron porque querían ayuda, no sabían qué hacer. Se les está brindando toda la atención posible en cuanto al trámite…, comentó José Mario González Sánchez.