Las comunidades de Xaltepec y Chicahuaxtla, en el municipio poblano de Huauchinango, las más afectadas por el paso de la tormenta tropical “Earl” el pasado 6 de agosto de 2016, fueron completamente abandonadas por el gobierno federal que encabeza el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto: los caminos están destruidos, hay decenas de familias sin casas, las pocas viviendas que se construyeron siguen en zona de riesgo y hay escuelas que tampoco fueron atendidas.
PÁGINA NEGRA realizó un recorrido en ambas comunidades a un año del desastre natural. En Xaltepec, de las 46 casas que debieron construir sólo se han edificado nueve, 21 aún están en obra negra. El edil auxiliar dijo que la constructora se fue porque no le han pagado.
En tanto, en Chicahuaxtla, en donde el Jardín de niños Ignacio Zaragoza está destruido, instalaron aulas móviles que por su carencia de servicios han provocado que los menores enfermen. Solo seis máquinas de limpieza llegaron a esta comunidad luego del desastre, nada más. Tampoco reconstruyeron los puentes que conectan a los habitantes y que fueron demolidos porque ya no estaban en condiciones de ser usados.
El pasado 27 de julio el delegado en Puebla de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Juan Manuel López Arroyo informó que en total se tienen que entregar 700 casas a las familias afectadas por la tormenta tropical, de las que, dijo, apenas van a dar las primeras 50 de 340 que le corresponden a la federación.
Sin embargo, culpó al retraso en la liberación de los recursos del Fondo de Desastres Naturales de México (Fonden), pues las viviendas serán construidas con el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo).
En agosto de 2016, el director del Fonden, José María Tapia, aprobó de manera preliminar recursos por 2 mil 50 millones de pesos para la reconstrucción de caminos, puentes, viviendas y espacios educativos destruidos en los municipios afectados por la tormenta tropical.
En Xaltepec solo construyeron 9 viviendas para damnificados de “Earl” y no se rehabilitó el camino a Huauchinango
Xaltepec fue la comunidad de Huauchinango más afectada por la tormenta tropical “Earl”, un año después solamente se han entregado 9 viviendas a los damnificados –las cuales se encuentran en su mayoría en zonas de riesgo, nuevamente–, y más de 30 familias se quedaron con la promesa de recibir un nuevo hogar de parte del gobierno federal y estatal.
Esta junta auxiliar aún tiene las cicatrices que le provocaron el desbordamiento de los ríos y el desgajamiento de los cerros. Las viviendas que recibieron el golpe de la naturaleza se mantienen inhabitables, con las paredes rotas por donde entró lodo y agua. En Xaltepec perdieron la vida 13 personas aquel sábado negro.
Doce meses no fueron suficientes para que la federación arreglara el camino que conecta a la comunidad con Huauchinango, por el que su tiempo de traslado no superaba los 30 minutos y siguen rodeando la presa de Tenango para llegar a la cabecera.
Pese a estas adversidades, los habitantes no se olvidaron de recordar a sus difuntos. La tarde de éste domingo les rindieron un tributo y colocaron una placa conmemorativa.
En memoria de los difuntos del desastre natural del día 6 de agosto de 2016. Año de la Misericordia”, es la frase que les dedicaron a las víctimas. En el lugar se ofició una misa para recordarlos.
Se prometieron 46 viviendas en Xaltepec; solo se entregaron 9
A esta comunidad de Huauchinango les prometieron 46 viviendas, las cuales serían financiadas por el gobierno estatal y la fundación Corazón Urbano. Solamente se han terminado 9 y una de ellas presenta grietas.
Del total de casas a construirse, a 16 familias les rechazaron el predio que consiguieron para ser reubicados por lo que no han conseguido el beneficio luego de perder su propiedad.
El presidente auxiliar de Xaltepec, Norberto Gómez reveló a PÁGINA NEGRA que hace dos meses la constructora anunció que se retiraba de la comunidad, pues ante la falta de recursos no podían seguir los trabajos.
Por ello, 21 casas se quedaron en obra negra o en algunos casos sin los últimos detalles para ser entregadas a las familias necesitadas.
Hace dos meses la constructora se fue porque dijeron que no hay dinero y no podían seguir construyendo. Se requieren los recursos para continuar con la construcción de las casas”.
Las nuevas casas siguen en zona de riesgo
PÁGINA NEGRA realizó un recorrido por la comunidad para documentar las viviendas que se entregaron. Éstas tienen un espacio reducido para colocar una sala y la cocina. Cuentan con dos cuartos y un baño.
Pese a la tragedia, las nuevas casas se encuentran en zona de riesgo. Uno de los casos detectados por este periódico digital es el de una propiedad que se habilitó en una subida por la que el agua corrió con intensidad el año pasado.
Mientras que en la parte trasera, tiene una pequeña terraza que colinda con una barranca.
Chicahuaxtla, el pueblo que el gobierno olvidó
A pesar de que Chicahuaxtla sufrió también grandes afectaciones por la tormenta tropical "Earl" en el 2016, el gobierno se olvidó de este pueblo que quedó sepultado por el lodo y que fue arrastrado por los ríos.
Por las calles del pueblo incrustado en la Sierra Norte de Puebla, aún se observa la mano de la naturaleza y la destrucción que ocasionó en las casas. Incluso, la gente sigue sacando los escombros y haciendo labor de limpieza, debido a que los gobiernos no se han parado en su comunidad en todo un año.
Y mientras en otras comunidades como Xaltepec o municipios como Huauchinango, tanto el gobierno federal como el estatal han entregado casas, han hecho obras o apoyado a los habitantes, en este pueblo no se ha hecho un censo de viviendas afectadas, menos se han entregado. Los caminos y calles están conectados por puentes improvisados en los que apenas y pasa una persona; pero, además, les quitaron las despensas y otros apoyos.
No hubo reconstrucción de puentes
Los habitantes de Chicahuaxtla narraron a PÁGINA NEGRA que en diciembre de 2016, a 4 meses de la tragedia, el gobierno estatal sugirió la demolición del puente que permitía que los carros atravesaran el río y que conectaba dos partes del pueblo que estaban divididas por el afluente, porque "estaba fragmentado y se podía colapsar".
Y "fue la única vez que vimos a la gente del gobierno, sólo para tirar el puente con la promesa de que construirían uno nuevo", dijo don Avelino quien fue uno de los más afectados por "Earl".
Pero el puente que es una de las vialidades más importantes de la comunidad no fue edificado, en su lugar los pobladores construyeron un puente de madera por el que atraviesa una persona a la vez.
Además, el gobierno dejó los cimientos de otro puente que fue arrasado por el río, ahí sólo se observa la mampostería, y a unos metros la gente tuvo que improvisar otro puente hecho con un tronco y vigas de madera.
Por si fuera poco, los apoyos alimentarios los dejaron de dar a principios del 2017: "De la noche a la mañana nos quitaron las despensas, ya no nos apoyaron y no nos han apoyado", dijo don José otro de los afectados del lugar.
Niños enfermos
Tampoco hay esperanza para los niños del jardín Ignacio Zaragoza. Su escuela quedó destruida y el edificio inservible, por lo que se instalaron aulas móviles que en los meses de marzo y abril ocasionaron que los niños sufrieran enfermedades gastrointestinales, debido a que el techo de lámina ocasiona que se eleve la temperatura.
Por si fuera poco, el camión que se llevaba las heces fecales y la orina de los baños portátiles dejó de pasar, por lo que se quedaron acumulados en la vía pública.
Lo único que se ha hecho
En Chicahuaxtla el gobierno sólo usó 6 máquinas de limpieza para retirar el escombro y las rocas del río, materiales con los que hicieron un muro de contención para evitar que se vuelva a desbordar: "Es lo único que han hecho y párele de contar. En un año nadie ha regresado a vernos y menos nos han apoyado, Dios y ellos (los gobiernos) se han olvidado de nosotros", concluyó don Avelino.