En la esquina de la 15 oriente y el Bulevar 5 de Mayo se colocó una manta en la que se advierte el peligro por la circulación del transporte público en las calles de la colonia El Carmen, en el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla. La vibración que generan los camiones tiene en vilo a los vecinos pues temen que crezcan las grietas que se formaron en sus casas con el terremoto del 19 de septiembre.
Tras los daños en inmuebles del Centro, el gobierno municipal decidió suspender el acceso al transporte público para evitar que aumenten las afectaciones. Por ello las unidades que circulaban sobre la 11 oriente-poniente se fueron a la 15 oriente-poniente.
Las casas que se encuentran en la 15 oriente entre la 4 sur y el bulevar 5 de Mayo también resultaron con daños severos en su estructura, no obstante el gobierno decidió que por ahí circularan las rutas por lo que la vibración está dañando aún más las casas.
Afuera de sus casas han colocado lonas y mantas para advertir del peligro que representa el exceso de velocidad de los camiones, microbuses y camionetas del transporte.
Transporte público disminuya su velocidad. Fuertes vibraciones. Casas dañadas”, se lee en una lona.
CENTRAL realizó un recorrido por la zona para conocer los testimonios de los vecinos y las afectaciones que han tenido por el cambio de circulación del transporte.
La señora Guadalupe, vecina de El Carmen, dijo que es insoportable la vibración y el ruido en la zona, pues son 23 rutas las que fueron enviadas a su calle, en la que solamente pasaba las combis de la ruta 11.
En una hora y media contó que pasaron 240 unidades, lo cual los tiene en alerta ante nuevas afectaciones a sus casas.
En la esquina del bulevar 5 de Mayo se encuentra el convento de las Siervas de María, el cual también tuvo daños por el sismo.
Sor Elena refirió que la parte que da a la 15 oriente es la más afectada y tienen miedo que aumenten los daños por el transporte público.
Enfrente se encuentra una casa de dos pisos, en la que todavía están rotos los vidrios de las ventanas tras el sismo.
En la zona hay varias casas en las que están realzando reparaciones mientras el transporte sigue circulando.
Cuando CENTRAL grababa el paso el transporte, los choferes decidieron bajar la velocidad. Pero una vez que vieron que ya no eran vistos, volvieron a manejar como siempre sin importarles los daños que puedan ocasionar.