Thursday, 28 de March de 2024

Confesiones de una típica funcionaria pública

Por Yonadab Cabrera Cruz / /

losamantes inte yona

A una semana de que ocurriera una de las más grandes tragedias en la historia reciente de nuestro país, quedaron al descubierto dos cosas que son más que evidentes y se han reflejado en este incidente: la gente ya no tolera a los políticos, está harta de ellos y todo lo que huela a ellos lo repudian y la segunda cosa que los gobiernos han sido más que rebasados por los problemas sociales y económicos que aquejan a nuestro país.

Ayer estuve en la comunidad de San Antonio Alpanocan una población que pertenece al municipio de Tochimilco y que está prácticamente a las faldas del volcán Popocatépetl. El acceso a esta localidad es muy complicado, pues prácticamente hay que ir subiendo al coloso y el camino estaba saturado de automóviles de la sociedad provenientes de diferentes estados como Veracruz, Tlaxcala, Querétaro, Morelos, Estado de México, Ciudad de México y otros.

Pero algo muy significativo ocurrió en Alpanocan —de la lengua Náhuatl y significa Pásele— los pobladores y voluntarios vetaron al gobierno del estado ante la falta de ayuda y compromiso por parte de las autoridades. La gente no creyó en los palabras de la subsecretaria General de Gobierno, Ángeles Mendoza y del subsecretario de Turismo, Jair Mayel.

Cuestionaron la falta de despensas, la falta de maquinaria, de trabajadores de los gobiernos federal y estatal y por más que ambos funcionarios quisieron dar argumentos, la gente hizo caso omiso a lo que decían y terminaron por irse aunque aseguraron que llevaban ahí una semana. Fue cuando la población y los voluntarios decidieron levantar solos al pueblo de Alpanocan.

Pero entre todos los argumentos que dio Ángeles Mendoza de por qué no había gente de los gobiernos en esa comunidad de tiempo completo, reconoció que se han visto rebasados por la catástrofe que ocasionó el terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter que sacudió al centro del país el pasado 19 de septiembre.

Es verdad, los gobiernos han sido rebasados, no hay personal suficiente para apoyar a la gente que lo necesita, mientras la clase política —con sus excepciones— está inmersa en una burbuja de confort de la que no quieren salir para no perder todos esos privilegios. Muchos de esos políticos sólo han querido aprovechar el momento de la desgracia para hacer lo que mejor saben, tomarse fotos.

Está demás decir nombres, es en general y reitero con sus excepciones y debido a que han intentado lucrar con algo tan sensible y desolador, la gente los repudia, los mexicanos ya no quieren nada que tenga que ver con el gobierno y con la clase política, eso que demostrado ayer. Y sí, México y Puebla están de pie, pero gracias a la misma gente que se ha solidarizado, gracias a la iniciativa de los mexicanos que han decidido ayudar y no quedarse con los brazos cruzados.

Ahora queda un largo camino por recorrer, muchos municipios y localidades que reconstruir.

¿Qué no hay dinero?

Eso todos los mexicanos lo dudamos, basta con ver las dádivas, privilegios, canonjías de todos estos políticos y gobernantes.