Jean P. era el gerente de una tienda de supermercados Lidi ubicada en Barcelona, a quien despidieron por trabajar más tiempo del requerido.
El hombre llegaba una hora antes de su horario y comenzaba a realizar pedidos, cambiar precios y reponer cosas, lo que violaba la norma en la cual "cada minuto que se trabaja, se paga, y cada minuto que se trabaja debe quedar registrado".
La empresa lo despidió por "incumplimientos laborales muy graves", debido a que también invitaba a otros empleados a laborar de más y en varias ocasiones se quedaba solo, algo que está estrictamente prohibido.
Sin embargo, el varón cree que su despido es injustificado y exigió un juicio en el que argumentó que nunca obligó a ningún empleado a acompañarlo a abrir más temprano y que no le indicaron que no podía acudir un poco antes para preparar la tienda y poder afrontar eficazmente la apertura.
Curiosamente se le sanciona, lo que desde luego no es usual, por trabajar demasiado y esforzarse en que su tienda funcionara correctamente", añadió su abogado, quien aseguró que se trata de un acto injusto, debido a que a su cliente lo sometían a conseguir ventas estrafalarias.