Los dos sacerdotes secuestrados de una iglesia en la ciudad de Poza Rica, al norte del estado de Veracruz, fueron encontrados sin vida a orillas de una carretera federal.
Por la noche, la Fiscalía General de Veracruz informó que identificó al probable responsable del asesinato de los dos sacerdotes que habían sido privados de la libertad en Poza Rica.
A 10 horas de haber conocido de la privación de la libertad de tres personas en esta ciudad, la Fiscalía General de Estado a través de la Fiscalía Regional Zona Norte Tuxpan, ha desahogado 25 diligencias y cuenta ya con la identidad de un probable responsable”, informó en un comunicado.
Sin revelar si el probable responsable ya fue detenido, la fiscalía indicó que en las próximas horas será consignado ante el juez de control.
Agregó que el fiscal investigador continúa con la integración de la carpeta de investigación por estos hechos.
Los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz, así como un auxiliar fueron privados de la libertad por un comando que llegó a la iglesia Nuestra Señora de Fátima, ubicada en Poza Rica.
Cerca de las 13:00 horas de este lunes elementos de la Fuerza Civil de la Secretaría de Seguridad Pública, hallaron los cuerpos de ambos curas en el lugar conocido como “La Curva del Diablo”.
Los padres estaban amarrados de pies y manos y tenían impactos de balas de grueso calibre y huellas de tortura.
Las víctimas fueron identificadas como Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Jiménez de la Cruz. Los dos fueron secuestrados a las 10:00 de la mañana en una colonia de Poza Rica.
Los delincuentes entraron a la iglesia católica Nuestra Señora de Fátima y sacaron a la fuerza a los sacerdotes y a un joven que servía de su auxiliar, quien fue hallado con golpes pero con vida.
Vecinos del lugar llamaron a las autoridades para pedir ayuda. Una vez que llegó la Policía la Secretaría de Seguridad Púbica montó un operativo para el rescate.
Ante estos hechos, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) externó su dolor e indignación ante la violencia ejercida en contra de los dos curas ejecutados en Veracruz.
A través de un comunicado, la CEM expresó sus condolencias, cercanía y oración a la diócesis de Papantla, a su obispo S.E. José Trinidad Zapata Ortíz, a los familiares de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz que fueron privados de la vida.
En estos momentos de dolor, impotencia y tragedia provocada por la violencia, elevamos nuestra plegaria al cielo por el eterno descanso de estos hermanos nuestros, e imploramos al Señor la conversión de sus agresores; de la autoridad esperamos el esclarecimiento de los hechos y la aplicación de la justicia contra los responsables, agregó el Episcopado Mexicano.