Durante más de 100 años, el cine ha trabajado con miles de temáticas relacionadas con nuestra realidad cotidiana. Entre ellas se encuentran los vicios mortales que tanto daño le hacen al cuerpo humano. Las drogas fueron planteadas como unos alicientes que cambian por completo al personaje que las consume, con el fin de hacer reflexionar o crear consciencia al espectador. Otras veces sólo sirven como un juego. ¿Qué es lo correcto?
Si nos remontamos a los inicios del cine, se podrá notar que este tema era un enorme tabú; tan grande como el sexo. Las drogas eran sinónimo de destrucción, de vileza o de maldad. Se puede notar esta ideología en el cine moderno al recordar la cinta de “El Padrino”. Ellos eran gánsters de casinos. Su negocio eran los casinos, la prostitución y el alcohol, nunca las drogas.
Es tan marcada su aberración, que en la cinta los mafiosos acuerdan que sólo se les venderá a los negros, esos seres que parecían “animales”. Eso fue en 1972. Unos se preguntarán ¿acaso los hippies no expresaban líbremente su amor por las drogas? Sí lo hacían, pero nadie dijo que fuera aprobado. Los hippies eran los seres más sucios y deplorables de la sociedad.
Algunas películas más viejas ya habían trabajado con el tema de las drogas, pero siempre eran presentadas como el veneno que lleva al humano a la destrucción. Ese cúmulo de historias pasaron al apartado de cintas de serie B, o al baúl prohibido de Hollywood. En la década de los 60, los filmes mondo utilizaban estas sustancias con una excusa antropológica, es decir, como exploración de las personas tercermundistas, quienes eran los consumidores.
A partir de los años ochenta, cuando las sociedades ya eran plenamente conscientes de los problemas que causaban las drogas, la oferta se diversificó y encontramos ejemplos de lo más variados. Algunas de la películas son “Alcohol y coca” (1988), “Noches de neón” (1988) o “Drugstore Cowboy” (1989). En la década siguiente salieron “El almuerzo desnudo” (1991), “Miedo y asco en Las Vegas” (1992) y “Trainspotting” (1996), la película que lo cambió todo.
