Sunday, 05 de May de 2024

Absurdos

La estafó por internet... pero esta mujer fue hasta Nigeria para conocerlo y cambiarle la vida

- Foto: Especial

Grette se había enamorado por internet. Johnny le estafó miles de euros. Ella acabó viajando a Nigeria para conecerle, y ahora son grandes amigos

Por PlayGround / /

Johnny llamaba desde Nigería. Él y su hijo Nick habían sido asaltados y éste había recibido un disparo. En aquel momento, se encontraba en Lake Hospital para salvar su vida. Sin embargo, su banco no tenía sucursal en África y necesitaba urgentemente 1.000 euros para tratarle.Pero, por suerte, sabía que contaba con la ayuda de su amiga Grette. Y no se equivocó.

Johnny tenía 58 años cuando conoció a Maria Grette, de 62 y residente en Suecia, a través de una página de citas. Éste podría haber sido el principio de una historia de amor si no fuese porque, en realidad, Johnny no se llamaba Johnny y tampoco era un danés residente en Inglaterra, como afirmaba. Hablaba desde Nigería, tenía 24 años y se cameló a Grette hasta que consiguió estafarla.

Cuando ella se dio cuenta de la trama, se sintió engañada e impotente. Pero, con el tiempo, su relación dio un giro inesperado y, de hecho, acabó regalándole la oportunidad de tener una vida mejor.

 

Esta atípica historia empezó años después que Grette se divorciara. Quería conocer a alguien nuevo, por lo que sus amigas la animaron a crear un perfil en una página de citas. Ella no se tomaba muy enserio esa vía para conocer gente, pero, inesperadamente, se topó con un apuesto ingeniero civil danés. Vivía en Inglaterra, se llamaba Johnny y, antes de que pudiese darse cuenta, se enamoró de él.

Sin embargo, las cosas se empezaron a torcer a los 3 meses de relación. Le dijo que iría a visitarla a Suecia, pero primero pasaría por Nigeria para hacer una entrevista de trabajo y su hijo Nick le acompañaría.

Aquel fue el escenario del ficticio asalto.

"Cariño, estoy en el hospital enviándote un mensaje desde el portátil del doctor para que sepas mi situación. Si Nick muere, muero con él. He estado llorando, me gustaría poder llamarte, desearía no haber venido. Nunca me perdonaré por traer Nick conmigo".

Ante estas palabras que gritaban desesperación, ella no fue capaz de negarle su ayuda. "Nunca olvidaré cómo me precipité en la oficina de Western Union, temblando mientras hacía la transferencia. Lo único que podía pensar era en ayudar a dos personas que, estaban en Nigeria, a que dejaran de estar en peligro".

Pero aquello no terminó allí. Después de la primera transferencia, pidió más. Las complicaciones médicas exigían más dinero, por lo que le envió varios miles de euros más. Sin embargo, después de hacerlo en repetidas ocasiones, se dio cuenta de que algo iba mal. Así que dejó de responder sus mensajes y el silencio se hizo entre ellos.

3 semanas después, él la llamó y le confesó la verdad: no era quien había dicho ser. Tenía 24 años, vivía en Nigeria y era un estafador. Se disculpó infinitas veces y, en su defensa, alegó que aquella jugada se debía a que, después de terminar la universidad 2 años atrás, aún estaba en paro.

Aquello significó el inicio de una nueva relación, en la que no hubo más solicitudes de dinero y, pasado el tiempo, tuvo la necesidad de conocer a la persona que le había estafado. En 2009 aterrizó en Nigeria, y después de varios días, sus sentimientos hacia él cambiaron y surgió una bonita amistad.

Allí conoció su mundo y a sus amigos, muchos de los cuales también se ganaban la vida estafando a otras personas. Ellos eran el rostro de los millones de africanos que viven sin la posibilidad de aspirar a un futuro mejor y, por ello, se preguntó qué podía hacer por ellos.

Aquella visita cambió su vida. A partir de entonces trabajó por una causa:ayudar a otras personas a tener una vida mejor y, durante los últimos 6 años, no ha parado de hacerlo. Su trabajo como profesora de arte, le permitió invitar a varios artistas africanos a Europa para conocer el arte del continente y, además, financió los proyectos de muchos de ellos.

Y esto ha sido gracias a que un día conoció a Johnny. "Johnny me ha dado más de lo que daba. Sin él, no hubiese conocido África".

A él también le cambió la vida. Después de la visita de Grette, le prometió que no volvería a estafar a nadie y se propuso conseguir algo mejor. Dejó Nigeria y se fue a estudiar a EE. UU para acabar trabajando en el sector petrolero del país. Y aquello también fue posible con la ayuda de Grette, que financió su estancia y sus estudios hasta que consiguió el trabajo.

Ella es la prueba de la importancia que tiene saber perdonar. Porque para que una historia tenga un buen final, no importa como fue el principio. "Me ha pedido tantas veces que lo perdone y le dije que lo más importante es perdonarse a sí mismo".

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